Las explotaciones afectadas por la presencia de E. coli productor de toxina Shiga (STEC), no muestran sus temidos efectos en cada lote, sin embargo, viven con una constante preocupación por las muertes súbitas en transición e inicio de fase de engorde de sus mejores lechones.

Los síntomas nerviosos, decúbito lateral y edema de los párpados son los síntomas más típicos, pero no los únicos ni los más frecuentes.  

Desde hace 5 años, esta patología ha dejado de representar una limitación para las producciones.

Con la introducción de la innovadora vacuna Ecoporc Shiga, los productores de porcino de todo el mundo han sido capaces de prevenir los efectos de la toxina Shiga producida por cepas de STEC.

 En toda Europa, más de 47 millones de lechones ya han sido protegidos de sus efectos, y cientos de ganaderos y empresas han asegurado su producción sin condicionar sus fórmulas nutricionales.

 La efectividad de Ecoporc SHIGA  es valorada por veterinarios y ganaderos como extraordinaria.

Además, la tolerancia de la vacuna, administrada una sola vez a los pocos días de vida, es excelente y ha sido confirmada por las autoridades reguladoras europeas en la última actualización del Informe Periódico de Seguridad.

Las granjas que confían en Ecoporc SHIGA están completamente convencidas de su inversión a largo plazo. Para ello no sólo hay que contabilizar la disminución de la mortalidad y la  reducción del uso de antibióticos, sino también un mejor rendimiento sin condiciones en la formulación de piensos.

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