Hace tiempo que el fenómeno de la resistencia a los antibióticos es uno de los focos de debate en salud. El proceso natural por el cual las bacterias tienen la capacidad de mutar provoca que algunos antibióticos dejen de ser útiles para el tratamiento de las infecciones. Esto ha obligado a la medicina, tanto humana como animal, a buscar alternativas para hacer frente a estas enfermedades, como es el caso de la inmunología.

Gabriel Moyano, responsable de Bioseguridad e Inmunoterapia en Laboratorios Ovejero, ha vigilado de cerca las resistencias en microorganismos patógenos productores de zoonosis de transmisión alimentaria y microorganismos indicadores y, aunque es consciente del problema que supone este fenómeno, considera que se ha avanzado notablemente en cuanto a las alternativas de tratamiento.

Gabriel Moyano, responsable de Bioseguridad e Inmunoterapia en Laboratorios Ovejero

 

Producción Animal: El futuro que augurpara la salud pública la resistencia a los antibióticos es estremecedor. Actualmente hablamos de 700.000 muertes al año en el mundo, según la OMS, pero que podrían convertirse en 10 m llones en 2050. ¿Tenemos las herramientas para intentar frenar este problema?

Gabriel Moyano: Los antibióticos fueron uno de los grandes descubrimientos en medicina durante el siglo XX. Hoy en día, siguen siendo una gran herramienta con la que contamos, tanto en salud humana como en salud animal. Sin embargo, debemos ser conscientes de las consecuencias que conlleva hacer un uso imprudente de éstos. Es preocupante ver cómo avanza la resistencia a estas terapias y por eso es cada vez más importante estudiar con qué alternativas contamos para hacerle frente. En Laboratorios Ovejero llevamos 70 años trabajando y desarrollando productos inmunológicos para la prevención y tratamiento de enfermedades. Este tipo de medicamentos han demostrado tener muy buenos resultados en salud humana en áreas como la oncología o incluso el tratamiento VIH. En Ovejero contamos con una molécula para abordar las enfermedades infecciosas en animales y estamos obteniendo resultados muy positivos.

P. A.: Actualmente, Laboratorios Ovejero se ha centrado en la aplicación de la inmunoterapien vacuno de leche. ¿Tiene previsto la compañía ampliar las indicaciones de estos tratamientos a otros animales?

G. M.: Por el momento hemos obtenido la aprobación para la indicación de un inmunomodulador de última generación para tratar la mastitis en vacas. Se trata de una patología que afecta a la producción de la leche y su calidad. Sin embargo, la inmunoterapia tiene muchas más aplicaciones y estamos estudiando cómo aplicarla en otros tipos de ganado.

Este proceso ha llevado a la compañía 10 años y un gran esfuerzo en I+D. Continuamos con este esfuerzo. Actualmente, trabajamos en implementar la inmunoterapia en el día a día de los veterinarios, ya que hasta el momento sigue siendo una gran desconocida.

P. A.: ¿Cómo funciona exactamente la inmunoterapia?

G. M.: Es una terapia que permite optimizar la res- puesta inmune de la vaca. De esta manera, conseguimos que las propias defensas del animal ganen la batalla contra la infección que antes no estaban siendo capaces de controlar. Se modula el sistema inmunitario de la vaca para que pueda hacer frente a esa infección una vez que la ha contraído. Los resul- tados que hemos obtenido son muy positivos.

P. A.: ¿Qué ventajas tiene para el ganadero el uso de la inmunoterapia?

G. M.: La inmunoterapia es una alternativa segura y eficaz para el tratamiento de enfermedades infecciosas en los animales. Mientras que otras terapias pueden dejar residuos en leche y es obligatorio respetar los tiempos de espera, la inmunoterapia no deja residuos y no tiene periodos de espera. Por otro lado, al modular la respuesta inmune de los anima- les, permite incrementar la calidad de productos como la leche, ya que reduce los niveles de células somáticas, uno de los principales parámetros que se emplea para valorar económicamente este producto. Estos beneficios permiten que el ganadero aumente su rentabilidad mediante el aumento de la salud y el bienestar de sus animales.

P. A.: ¿Cree que el profesional veterinario conoce las alternativas de que dispone para hacer un uso más prudente de los antibióticos?

G. M.: Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) han marcado como objetivo la reducción del uso de antibióticos. La parte más positiva

de todo esto es que desde los sectores profesionales veterinarios hay mucha predisposición a llevar a cabo estas políticas. Recordemos que España en- cabeza Europa en cuanto a la prescripción de estos medicamentos. Conscientes de este problema y de la actitud favorable de los veterinarios a hacer un uso más prudente de estas terapias, desde Laboratorios Ovejero hemos lanzado una herramienta de big data, Piroa Lactis Tool, para ayudar al profesional veterinario en la optimización de la prescripción de estos tratamientos.

P. A.: ¿En qué consiste Piroa Lactis Tool?

Piroa Lactis ToolG. M.: Piroa Lactis Tool recopila datos individualizados de cada granja participante integrándolos en una base de conocimiento y procesándolos para emitir recomendaciones técnicas personalizas que permitan reducir y optimizar el uso de antibióticos. Es decir, estamos potenciando la capacitación del veterinario y del ganadero agilizando la adaptación de los ganaderos y veterinarios a las políticas sobre uso de antibióticos a nivel nacional y europeo.

Para el ganadero, por ejemplo, es una herramienta muy útil porque le proporciona información acerca de los niveles de bioseguridad y de producción de su granja.

P. A.: ¿Y en qué sentido se vincula Piroa Lactis Tool con el uso de la inmunoterapia?

G. M.: La herramienta no tendría sentido si no va asociada al uso de la inmunoterapia. Uno de los pilares sobre los que se asienta el desarrollo de la herramienta es un servicio de formación y aseso- ría técnica en el uso de técnicas avanzadas como la inmunoterapia. Además, también cuenta con un servicio de diagnóstico precoz centrado en el estudio de los perfiles de resistencia y la elección óptima del tratamiento proporcionado que, en algunos casos, podría ser la inmunoterapia.

P. A.: ¿Hay alguna granja que ya esté haciendo uso de la herramienta?

G. M.: Sí, actualmente hay varias granjas traba- jando con Piroa Lactis Tool y estamos recogien- do un feedback muy positivo. Los ganaderos nos trasladan que están obteniendo información muy valiosa en lo que se refiere a bioseguridad, puntos críticos de las granjas y recomendaciones para la optimización del uso de antibióticos.

Además, hace tiempo que Laboratorios Ovejero está forjando diferentes alianzas dentro del sector porque hemos entendido que la resistencia es un problema que debemos atajar entre todos y que, además, contribuimos de forma notable a la calidad y seguridad de la leche. En este sentido, grandes empresas con las que la compañía ha firmado convenios para la reducción del uso de antibióticos también están haciendo uso de esta herramienta y están obteniendo datos que les permiten comparar escenarios en diferentes granjas para relacionarlos con la productividad de cada una de ellas.

P. A.: Laboratorios Ovejero también ha desarrollado la inmunoterapia a través de medicamentos como las autovacunas. ¿Podría indicarnos en qué consisten estos tratamientos?

G. M.: La ventaja de estos tratamientos es que permiten mejorar el estado de salud de una explotación ganadera a través de la mejora de la respuesta inmune de los propios animales. Tiene una enorme especificidad ya que se emplean las mismas bacterias o microorganismos que han infectado a los animales de la propia explotación. Se inocula la autovacuna, que debe ser prescrita por un veterinario, en el animal, obteniendo una respuesta inmune optimizada para atacar a ese patógeno.

P. A.: Estamos hablando de medicina personalizada.

G. M.: Sí, sin duda. Es una forma de prevenir la aparición de la enfermedad causada por ese patógeno concreto. Es prácticamente un medicamento a medida. En las vacunas tradicionales se emplean cepas comunes de los patógenos que se mantienen en los laboratorios y que producen una protección frente a diferentes enfermedades.

Las autovacunas son elaboradas específicamente para una explotación o animal y, precisan de un diagnóstico previo, una prescripción veterinaria y su eficacia depen- derá del correcto aislamiento del patógeno.

P. A.: Desde la fundación de Ovejero, hace 70 años, el laboratorio ha ido posicionándose como líder en inmunoterapia animal. ¿Por qué decidieron apostar tan fuertemente por esta rama de la medicina?

G. M.: La innovación forma parte del ADN de la compañía. Hace tiempo que la inmunoterapia forma parte de la medicina, aunque tradicionalmente se había empleado de forma profiláctica. Gracias a las últimas investigaciones, hemos avanzado hasta demostrar que también debe ser considerada una opción más de tratamiento. Esto es especialmente interesante en el caso de las enfermedades infecciosas, donde, como ya hemos explicado, tenemos  el problema de las bacterias resistentes y donde la inmunoterapia es reconocida como una alternativa a tener en cuenta por parte del profesional veterinario.

P. A.: ¿Cree que será posible conseguir cambiar la tendencia en cuanto al uso de antibióticos?

G. M.: Desde la compañía somos muy optimistas, sobre todo, teniendo en cuenta que disponemos de soluciones igualmente válidas. Sea como sea, todos los actores (in- dustria alimentaria, administración pública, laboratorios, profesionales de la salud) estamos haciendo esfuerzos notables por intentar revertir esta situación. Empezando por el PRAN y terminando por iniciativas de tipo privado como Piroa Lactis Tool. Creo que es muy esperan- zador ver cómo todos los miembros de la cadena nos hemos implicado y nos seguiremos implicando.