Rut Menjón, Marta Jiménez y Marcial Marcos

Servicio Técnico MSD Animal Health

Durante el primer mes de vida del lechón, las enterobacterias son las principales colonizadoras del intestino delgado, por lo que será normal que siempre que tengamos estos procesos diarreicos se aísle algún Escherichia coli (E. coli).

UNA CEPA DE E. COLI ETEC DEBERÁ SER CAPAZ DE ADHERIRSE Y COLONIZAR LA MUCOSA INTESTINAL PARA LIBERAR NIVELES ADECUADOS DE ESTAS ENTEROTOXINAS Y PRODUCIR EL PROCESO DIARREICO

Esto no quiere decir que sea el causante primario, ya que para ello debe tratarse de un E. coli enteropatógeno (EPEC) o enterotoxigénico (ETEC), es decir, debe poseer al menos un factor de adhesión y producir al menos una enterotoxina.

La diarrea neonatal que aparece normalmente a los 0-4 días de vida, entre otros patógenos, puede estar causada por E. coli enterotoxigénico (ETEC) que produce:

IMPORTANCIA DE LA INMUNIDAD MATERNAL FRENTE A E. COLI

La adecuada inmunización de las cerdas es fundamental para proveer a los lechones de una protección efectiva a través del calostro. La mejor forma de conseguirlo es mediante la vacunación de las cerdas al final de la fase de gestación.

Para ello es importante elegir una vacuna que proporcione la máxima protección frente a esta patología, tomando como referencia el nivel de anticuerpos específicos producidos frente a los principales factores de virulencia.

LAS CLAVES DE LA EFICACIA VACUNAL FRENTE A E. COLI

El éxito de una vacuna depende de dos factores:

  1. La capacidad para inducir la producción del máximo nivel posible de anticuerpos frente a los factores de adhesión de E. coli (F) en la cerda, con el fin de que éstos impidan su unión al intestino del lechón y, por tanto, su multiplicación.
  2. La capacidad de inducir la producción de anticuerpos frente a las enterotoxinas con el fin de prevenir la diarrea y la deshidratación.

Para conocer la inmunidad que se puede proporcionar a los lechones a través de la vacunación, se pueden realizar estudios y valorar la cantidad de inmunoglobulinas que se producen específicamente frente a cada toxina, y frente a las fimbrias o factores de adhesión.

Estas valoraciones son importantes para un eficaz control de esta patología, puesto que la cantidad de calostro producido por una cerda es especifica del individuo, e independiente del tamaño de camada, por lo que interesa partir del mayor nivel de inmunoglobulinas posible, de forma que la calidad del calostro sea la máxima para que todos los lechones estén por encima de los niveles de protección.

El nivel de anticuerpos obtenidos vía calostro depende de:

  • La cantidad de calostro que produce la hembra
  • La calidad del calostro producido
  • La cantidad del calostro ingerido

EL CALOSTRO ES FUNDAMENTAL PARA ADQUIRIR UNA BUENA INMUNIDAD, PERO NO TODO EL CALOSTRO ES IGUAL

Los lechones nacidos en las primeras horas pueden llegar a tomar un calostro un 50% más concentrado que los nacidos en último lugar. En el caso de cerdas hiperprolíficas esta diferencia puede verse incrementada debido a la mayor duración del parto. Por ello, conseguir un calostro con mayor cantidad de inmunoglobulinas permitirá que los lechones gocen de mayor protección.

LA INMUNIDAD PASIVA TRANSFERIDA A TRAVÉS DEL CALOSTRO A LOS LECHONES NEONATOS ES CLAVE PARA CONSEGUIR QUE LOS ANTICUERPOS ACTÚEN CONTROLANDO LA COLIBACILOSIS

Las IgG son capaces de bloquear la adherencia de E. coli a la mucosa intestinal y neutralizar su capacidad de producción de enterotoxinas, de forma que la patología no llegue a desarrollarse.

La ingesta del calostro de madres inmunizadas protege a los lechones del desarrollo de la diarrea, ya que, debido a la placenta epitelocorial de la cerda, la inmunidad inicial del lechón depende casi exclusivamente de los anticuerpos obtenidos de la madre vía calostro.