- Representantes de la Organización de Productores de Leche (OPL) se han reunido esta mañana con el Director General de la Industria Alimentaria.
- La organización ve con buenos ojos el nuevo código de buenas prácticas, que marca las “líneas rojas” del buen o mal hacer de la industria láctea.
Los representantes de la Organización de Productores de Leche (OPL) -que representa a más de 600 explotaciones de vacuno de leche de toda España, que producen más de 700 millones de litros en su conjunto-, se han reunido hoy con el director general de la Industria Alimentaria, Fernando Burgaz, y con el subdirector general de Estructura de la Cadena Alimentaria, José Miguel Herrero. Durante la reunión se ha tratado sobre la relación de productores e industriales en la cadena de valor de la leche, tanto en lo relativo a la negociación como en lo que se refiere a las prácticas del sector.
Veterinario a pie de industria
Una de las máximas preocupaciones expresadas por los productores de leche es la referente a la mejora de la calidad de la leche y de los productos lácteos que llegan al consumidor. De este modo, OPL ha reclamado la presencia de un veterinario oficial en la industria. “No es algo nuevo porque la figura ya existe en los mataderos”, afirma el secretario ejecutivo de OPL, Fernando Sainz de la Maza. Cabe recordar que el veterinario oficial de matadero sigue siendo clave como garante de la seguridad de las carnes frescas, tal como reconoce el reglamento de la Unión Europea (UE).
Finalmente, el director general de Industrias ha informado a OPL sobre el nuevo «Proyecto de Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria». El objetivo del mismo es, según el Ministerio, mejorar la vertebración y el funcionamiento de la cadena y conseguir un mayor equilibrio en las relaciones comerciales entre sus distintos operadores, «evitando aquellas prácticas que favoreciendo a una parte, van en claro detrimento de la fortaleza del conjunto».
En este sentido, la organización se ha mostrado a favor del nuevo proyecto de ley, que verá la luz en junio y que “marca las líneas rojas de lo que se puede y lo que no se debe de hacer en el sector”, asegura Fernando Burgaz. Con objeto de incentivar el cumplimiento del código, se prevé distinguir con un sello de calidad a aquellas empresas transformadoras o de la distribución que cumplan los requisitos del mismo.