En esta ocasión entrevistamos a Mª Ángeles Rodríguez, For Feed Product Manager en Olmix, para repasar la situación actual de la contaminación por micotoxinas de las materias primas y los piensos, sin olvidar la propuesta de Olmix basada en soluciones de origen natural para la gestión del riesgo de micotoxinas en las granjas de porcino.

Producción Animal: ¿Cómo afectan las micotoxinas a los animales en granja?

Mª Ángeles Rodríguez: Las micotoxinas tienen un gran impacto en la salud de los animales. Tenemos dos niveles de impacto: Por un lado, tenemos la micotoxicosis clínica, que ocurre cuando se registran niveles altos de contaminación en el pienso, y los animales desarrollan síntomas clínicos que, dependiendo de la cantidad y el tipo de micotoxina, pueden incluir rechazo del alimento, desórdenes gastrointestinales, desórdenes reproductivos, y algunas son hepatotóxicas y nefrotóxicas por lo que podemos tener una gran variedad de síntomas.

Pero mucho más importante, y esto no es algo que tengamos en mente siempre, son los efectos subclínicos de las micotoxinas en granja. Esto ocurre cuando tenemos contaminaciones bajas de varias micotoxinas durante un periodo de tiempo de moderado a largo. En estos casos no vemos la sintomatología clínica o clásica que relacionamos con las micotoxinas, sino que vemos síntomas subclínicos que no relacionamos con micotoxinas, sino con otras enfermedades como infecciones secundarias o una reducción del rendimiento y un aumento de la necesidad de utilizar antibióticos. Y esto, obviamente, conlleva muchas más pérdidas económicas que los síntomas clínicos, ya que son más difíciles de identificar.

Producción Animal: ¿Cuál es el impacto económico de las micotoxinas?

Mª Ángeles Rodríguez: Por supuesto, cuando los animales están afectados por las micotoxinas, lo que más se resiente es su rendimiento. Tenemos dos formas básicas en que las micotoxinas afectan el coste económico, y en gran medida se basan en el impacto que las micotoxinas tienen a nivel intestinal. 

Primero, los animales no van a producir tan bien como deberían ya que no van a poder extraer todos los nutrientes necesarios del pienso, por el efecto sobre las vellosidades intestinales que tienen, principalmente, la vomitoxina (DON) y las fumonisinas (FUM). Además, el uso de estos nutrientes será diferente si se desarrollan infecciones secundarias que conlleven inflamación. En este caso el sistema inmunitario va a utilizar una parte importante de la energía y los nutrientes ingeridos, que no serán utilizados para crecer y producir. Además, el coste de producción aumentará debido al impacto que las micotoxinas tienen sobre la diseminación de enfermedades víricas y bacterianas y, en particular, sobre el funcionamiento del sistema inmunitario. 

Por un lado, el hecho que los nutrientes no sean absorbidos correctamente en el intestino delgado hará que se incremente su concentración en el lumen intestinal y puedan ser utilizados por patógenos oportunistas, como Clostridium perfringens en el caso de los aminoácidos, para potenciar su crecimiento y virulencia. Hay varios trabajos que demuestran la correlación entre mayores contaminaciones con DON y aumento de las lesiones por enteritis necrótica en pollos. También se han descrito correlaciones entre mayores contaminaciones por FUM y mayor colonización por Salmonella Typhimurium en cerdos. Y es que las fusariotoxinas aumentan la colonización del tracto intestinal por patógenos, así como su traslocación, por el efecto que tienen sobre el funcionamiento de las uniones estrechas y la producción de mucina en el intestino. Este aumento de la traslocación de patógenos va a crear una sobrecarga para el sistema inmunitario, que va a hacer que responda con menor eficacia sobre las infecciones secundarias. Esto va a incrementar la necesidad de la utilización de antibióticos que, a su vez, va a incrementar el coste de la producción. Además, se ha descrito también la acción directa que las micotoxinas tienen deprimiendo el sistema inmunitario, disminuyendo la respuesta vacunal, por ejemplo, frente a PRSS. Recientemente también se ha demostrado que la absorción intestinal de ciertos medicamentos, como la enrofloxacina, disminuye en presencia de fusariotoxinas con lo que se hace necesario utilizar dosis más altas. Todo esto tiene un claro impacto en los costes de producción, aumentándolos. Nos encontramos con una situación donde el nivel productivo baja y los costes productivos suben, con lo cual se ve tremendamente afectado el margen para los productores. Por eso es tan importante, desde el punto de vista económico, utilizar un adsorbente de micotoxinas de amplio espectro para proteger a nuestros animales y proteger así la rentabilidad de nuestras granjas.

Producción Animal: ¿Qué herramientas ofrece el grupo Olmix para contrarrestar los efectos de las micotoxinas en granja?

Mª Ángeles Rodríguez: Tenemos una oferta completa para luchar contra las micotoxinas en granja; no sólo con productos, sino también con una variedad de servicios para ayudar a nuestros clientes a enfrentarse a este problema. Empezando por la sospecha de si los problemas que estamos teniendo en la granja se deben a micotoxinas o no, para ello ofrecemos una herramienta online, el Myco’Evaluator, que podéis encontrar en nuestra web: https://www.olmix.com/myco-evaluator. Esta herramienta ayuda a comprobar si la sintomatología en granja puede ser debida a una contaminación por micotoxinas. Cuando comprobamos que puede deberse a micotoxinas, podemos ayudar a confirmarlo con nuestra oferta Myco’Screen, para analizar las materias primas o piensos y comprobar la contaminación. Asesoramos sobre qué métodos son los mejores para nuestros clientes y ofrecemos la interpretación de los resultados, con consejos sobre la idoneidad de utilizar un adsorbente de micotoxinas o no. Con las analíticas recopiladas ofrecemos también las panorámicas de contaminación Myco’Overview, que informan a los clientes de qué tipo de contaminación ocurre en cada zona geográfica y cada año. 

Lo que estamos observando como tónica general es la policontaminación, fundamentalmente con fusariotoxinas, como DON, FUM y, en menor medida, zearalenona; mientras que la contaminación por T2, aflatoxinas y ocratoxinas son mucho menos frecuentes y con niveles de contaminación muy bajos o inexistentes. En esta situación de policontaminación, es importante utilizar un adsorbente de amplio espectro, ya que las micotoxinas son muy diferentes entre sí y no todos los adsorbentes son eficaces para todas las micotoxinas. En este sentido, y para ayudar a nuestros clientes a entender las diferentes características fisico-químicas de las micotoxinas y su interacción con los diferentes tipos de adsorbentes, el año pasado lanzamos el Myco’Simulator, una aplicación que pueden descargar gratuitamente en Apple Store o Gloogle Store y que permite interactuar con las diferentes micotoxinas, observar sus características, compararlas entre sí y su interacción con los principales adsorbentes del mercado, para comprobar su eficacia. Nuestros productos han demostrado su eficacia frente a un amplio espectro de micotoxinas, tanto en sistemas gastrointestinales dinámicos como en diversas pruebas en vivo en institutos de referencia mundial y, lo más importante a nivel comercial, en granjas de nuestros clientes, convirtiéndose en referentes en el mercado español, tanto en su presentación en polvo, MT.X+, como en su presentación microgranulada, MMi.S.

También disponemos de otras herramientas como Myco’Calculator, para aconsejarle la mejor dosis en cada momento de nuestros productos, y Myco’News y Myco’Essentials, para mantenerse informado de las últimas novedades en el mundo de las micotoxinas. 

Producción Animal: Por último, ¿qué podría comentarnos sobre la situación actual de contaminación por micotoxinas en España?

Mª Ángeles Rodríguez: La verdad es que las últimas analíticas que estamos recibiendo de nuestros clientes muestran una contaminación preocupante, fundamentalmente por DON, en la mayoría de las muestras; muchas veces acompañada por niveles inquietantes de FUM, con lo que la precaución con las materias primas debe aumentar; también la monitorización de las materias primas utilizadas, y por supuesto, tener a mano un adsorbente que haya probado su eficacia frente a estas micotoxinas.