Considera que el obligatorio de cría y sacrificio no da suficiente información
La Eurocámara ha votado en contra de que el etiquetado de la carne de ave y de ganado ovino, caprino y porcino mencione solo con carácter obligatorio el lugar de cría y de sacrificio del animal. En su lugar, el Parlamento Europeo (PE) propone que las normas vigentes para el vacuno, que obligan a indicar también el lugar de origen, se extiendan a la carne de esas especies. La resolución fue aprobada por 368 votos a favor, 207 en contra y 20 abstenciones. «Los consumidores quieren ver un panorama completo de la cadena de suministro de la carne, por lo que solicito que el lugar de nacimiento, así como el de la cría y sacrificio, sean etiquetados», dijo la ponente de la resolución votada, la eurodiputada socialdemócrata Glenis Willmott, en un comunicado.
Los eurodiputados creen que el origen de la carne es un asunto de «gran preocupación» para los consumidores y que los recientes escándalos alimentarios, incluida la venta de carne de caballo etiquetada como vacuno, ponen de relieve que los europeos quieren normas más estrictas para hacer un seguimiento de los productos.
La Eurocámara ha pedido a la CE la retirada de la propuesta y la elaboración de una versión revisada que incluya con carácter obligatorio el lugar de origen de los animales, así como los lugares de cría y de sacrificio.
El etiquetado de origen pasó a ser obligatorio para responder a la crisis generada en los años 90 por la encefalopatía espongiforme bovina o enfermedad de las «vacas locas».
Una declaración política, sin respaldo legal
Fuentes comunitarias explicaron que la resolución votada por la Eurocámara es «una declaración política», sin fuerza legal.
Además, recordaron que la propuesta presentada por Bruselas ya ha recibido el visto bueno de una mayoría de Estados miembros a nivel de expertos, a través del Comité Permanente de la Cadena Alimentaria y la Salud Animal.
Antes de presentar su propuesta, el Ejecutivo comunitario llevó a cabo un estudio de impacto que demostró que los consumidores identifican el origen o la procedencia de la carne con el de la cría, en lugar de con el lugar de nacimiento, aseguran las fuentes.
A la vez, ofrecer información obligatoria sobre el lugar de origen del animal exigiría establecer nuevos sistemas de trazabilidad a nivel de las explotaciones que implicarían nuevos costes, mientras que el etiquetado del lugar de sacrificio se puede conseguir a buen precio y ofrece una información valiosa al consumidor.