Esta entrega la dedicamos a Campylobacter, que desde el año 2005 continúa siendo el agente zoonósico más frecuentemente aislado en casos de enteritis en humanos en la UE. Según el último Informe comunitario relativo a brotes de zoonosis, agentes zoonósicos y toxiinfecciones alimentarias ocurridos en 2011 (EFSA Journal 2013, 11(4):3129) el número de casos confirmados de campilobacteriosis en humanos ha aumentado significativamente en los últimos 4 años (2008-2011), con claros picos estacionales coincidiendo con los meses de verano.
De su situación actual, principales puntos críticos y de dónde deben centrarse las actuaciones para su control nos habla la Dra. Marta Cerdà, investigadora del CReSA y responsable de los estudios, tanto a nivel nacional como europeo, para conocer en profundidad la epidemiología de Campylobacter en granjas de broilers, que actualmente se están llevando a cabo desde este centro de investigación.
Finalizamos la sección con dos trabajos sobre las últimas investigaciones sobre los factores de riesgo y estrategias de control de Campylobacter en pollos de engorde.
Entrevista a la Dra. Marta Cerdà
Investigadora del Centre de Recerca en Sanitat Animal (CReSA).
Responsable de la línea de investigación en infecciones bacterianas zoonóticas y resistencia a antimicrobianos
Campylobacter sigue siendo el agente zoonósico más frecuentemente aislado en casos de gastroenteritis en humanos en la UE. Según datos de 2011 de la EFSA, se reportaron 220.209 casos confirmados (incidencia de 50,3 casos por cada 100.000 habitantes), cifra que representa un incremento del 2,2% de los casos en comparación con el 2010. ¿A qué puede deberse este incremento?
Hasta hace pocos años, Salmonella era el principal agente zoonósico aislado en humanos en la UE, seguido por Campylobacter. Esta tendencia se ha invertido en los últimos años, pasando a ser Campylobacter el primero de la lista. Los programas de control para Salmonella implementados en la UE en producción avícola han dado como resultado una drástica reducción de dicho agente en este sector, lo cual ha repercutido en un descenso de la salmonelosis en el hombre. No obstante, no existe un programa equivalente para el control de Campylobacter, que se encuentra ampliamente extendido en producción avícola de pollos de engorde. La principal fuente de infección por Campylobacter en el hombre se debe precisamente al consumo de carne de ave. Así pues, el aumento continuado de los casos de campilobacteriosis en el hombre que se viene reportando en los últimos años en la UE se debe principalmente, aunque no únicamente, a la elevada prevalencia de Campylobacter en productos avícolas, en especial productos cárnicos.
¿Cuáles son las principales fuentes de transmisión de Campylobacter al hombre?
Campylobacter es una bacteria que se encuentra ampliamente distribuida en el medio ambiente. No obstante, la principal fuente de transmisión es la carne de ave contaminada con Campylobacter. Es una bacteria que se encuentra en el intestino de aves sanas, que actúan como portadores asintomáticos, con niveles que pueden alcanzar los 107-109 ufc/g de contenido cecal.
Aunque la principal fuente de infección en el hombre se debe al consumo de carne de ave contaminada por la bacteria, otras fuentes de infección son la contaminación cruzada de alimentos ya cocinados o que no precisan cocción, con carne de pollo cruda. Otras fuentes de infección incluyen el consumo de leche no pasteurizada y de agua contaminada.
¿Y los principales puntos críticos de contaminación?
Los principales puntos críticos se encuentran a lo largo de la cadena alimentaria. En primer lugar en la granja, donde habría que actuar a diferentes niveles, empezando con la aplicación de una estricta bioseguridad. Luego en el matadero, pues durante el procesado de las aves puede producirse la contaminación fecal de las canales. Finalmente a nivel de distribución y del consumidor final. En este último eslabón es necesario educar al consumidor para una correcta manipulación de los alimentos a nivel doméstico, evitándose así las infecciones debidas a la contaminación cruzada.
Respecto a la prevalencia de Campylobacter en lotes de pollos y en carcasas en España, ¿actualmente de qué cifra estaríamos hablando?
Según el último informe de la EFSA del 2013, donde se reportan datos del 2011, en España la prevalencia fue del 68,4% en lotes de pollos.
Por otro lado, en el CReSA realizamos un estudio transversal estratificado por comunidades autónomas durante 2011-2012. Encontramos que en España las prevalencias de Campylobacter en ciegos y en canales fueron del 76,64% y 74,77%, respectivamente. Por otro lado, los niveles de contaminación en ciegos oscilaron entre 6,98 y 7,90 log10 ufc/g, mientras que en las muestras de carcasas los valores fueron significativamente menores y oscilaron entre 1,94 y 3,74 log10 ufc/g.
¿Cuáles son las principales medidas de control que deberían implementarse en la cadena alimentaria? ¿A nivel de coste-eficacia, sería mejor incidir a nivel de la producción primaria o en el matadero?
Las medidas de control deberían implementarse en toda la cadena alimentaria. No obstante, a nivel de coste-eficacia, allí donde habría que incidir en primer lugar es a nivel de producción primaria, por diversas razones. Por un lado, debido a la elevada prevalencia de granjas positivas a Campylobacter. Hay que tener en cuenta que en cuanto alguna ave de la manada es colonizada, la infección puede extenderse a todo el lote en muy pocos días, menos de una semana. Por otro lado, las aves una vez colonizadas, presentan en el intestino unos niveles elevadísimos de Campylobacter, del orden de 107-109 ufc/g de contenido cecal. Todo ello conlleva que la mayoría de aves que llegan a matadero están colonizadas con unos elevados niveles de Campylobacter. Así, es casi inevitable que durante el procesado de las aves se produzca la contaminación fecal de las canales. Un menor número de aves positivas a Campylobacter y con menores niveles de colonización en el intestino (disminución de la carga bacteriana) facilitarían el subsiguiente control a nivel de matadero y en el resto de la cadena alimentaria.
¿Se espera que la UE obligue a implementar programas de control de Campylobacter como los que se están llevando a cabo para Salmonella en las manadas de aves?
Sí, es de esperar que en un futuro próximo se deban implementar medidas de control de Campylobacter en la UE. No será sencillo, dada la elevada prevalencia de este agente zoonótico en toda la UE, y especialmente en el sur de Europa. Pero para imponer medidas de control, hay que saber primero qué medidas son las realmente eficaces. Y para ello es necesario conocer en profundidad la epidemiología de esta bacteria.
Seguramente aún son necesarios muchos estudios para profundizar en la epidemiología de Campylobacter en granjas de broilers, ¿cuáles son las principales líneas de investigación que se están llevando a cabo a nivel europeo? Y en concreto desde el CReSA?
A pesar de que hace muchos años que se está estudiando Campylobacter, no se conoce aún en detalle la epidemiología de este agente zoonósico en producción avícola, ni se dispone a nivel europeo de vacuna u otras herramientas eficaces para su control. A nivel internacional, y particularmente a nivel europeo, se están llevando a cabo estudios en diferentes ámbitos. Los hay enfocados al desarrollo de métodos de control de Campylobacter en aves de corral basados en el uso de productos naturales. Otros estudios están centrados en el desarrollo de herramientas basadas en las nuevas tecnologías (secuenciación masiva) para la trazabilidad de patógenos, entre los cuales se encuentra Campylobacter. Otros estudios se centran en el desarrollo de sistemas de embalaje del producto final (pollo envasado) capaces de eliminar Campylobacter. Por otro lado, otras investigaciones como el proyecto europeo CamCon en el que participa el CReSA, abordan estudios con el objetivo de proporcionar herramientas para el diseño e implementación de mecanismos de control de Campylobacter en producción primaria, para conseguir una notable reducción de la prevalencia y carga bacteriana de este agente zoonósico en pollos de engorde. Ello repercutiría en una reducción de la posibilidad de contaminación de canales en matadero. Así, este proyecto comprende una serie de estudios en granja, entre los que se incluyen: estudios de epidemiología para conocer en profundidad la dinámica de infección en granja, análisis de los factores de riesgo de colonización de Campylobacter, y el estudio y desarrollo de estrategias de control.
Artículo 1. Prevención de enfermedades transmitidas por alimentos y reducción de la infección por Campylobacter en pollos de engorde
S. Bahrndorff, L. Rangstrup-Christensen, S. Nordentoft y B. Hald.
Emerging Infectious Diseases. Volume 19, Number 3—March 2013
http://dx.doi.org/10.3201/eid1903.111593
Varios estudios sugieren que las moscas juegan un papel en la epidemiología de Campylobacter en pollos de engorde y que las mallas mosquiteras pueden reducir la prevalencia de Campylobacter. En este trabajo se estudió el efecto a lo largo del año y a largo plazo de la presencia de mallas mosquiteras en 10 naves de pollos de engorde (99 bandadas) en Dinamarca. Según los resultados, la prevalencia de Campylobacter en manadas positivas se redujo significativamente, pasando del 41,4% durante 2003-2005 (antes de instalar mallas mosquiteras en las ventanas) al 10,3% en 2006-2009 (ventanas con mosquiteras). En naves con mallas mosquiteras, la prevalencia de Campylobacter no se incrementó durante el verano. A nivel nacional, la prevalencia de Campylobacter en manadas positivas se podría haber reducido en un 77% durante el verano si las mallas mosquiteras hubieran sido parte de las prácticas de bioseguridad en las explotaciones.
Como conclusión, las mallas mosquiteras podrían ayudar a reducir la prevalencia de campilobacteriosis en humanos, ya que está estrechamente relacionada con la prevalencia de Campylobacter en pollos de engorde.
Artículo 2. Aire forzado caliente para secar las heces y matar Campylobacter y otras bacterias en el suelo de las jaulas de transporte.
ME Berrang, CL Hofacre y Meinersmann RJ
Journal of Applied Poultry Research. December 2011, vol. 20, no. 4: 567-572
Las jaulas de transporte pueden contaminarse debido a la eliminación fecal de Campylobacter por la presencia de aves infectadas, posibilitando la contaminación cruzada de aves no infectadas durante el recorrido. En trabajos anteriores se ha demostrado que el secado de las jaulas sucias o el lavado durante 24 a 48 h puede disminuir o incluso eliminar Campylobacter en suelo de las jaulas. Sin embargo, debido a que los tiempos de secado prolongados no son prácticos, se ha probado el uso de un flujo de aire caliente para acelerar el proceso. En este estudio se comparó el efecto de un flujo de aire caliente con un flujo de aire no calentado y con aire caliente estático, así como con un control de superficie, para determinar si el efecto era debido al calor o a la corriente de aire caliente. Después de los tratamientos de secado, se realizó un recuento de Campylobacter, Escherichia coli y coliformes en pequeños cuadrados del suelo de jaulas de transporte contaminadas con heces tanto lavadas como sin lavar. Según los resultados, cuando se aplicó el flujo de aire caliente a aproximadamente 50° C durante 15 min. después de un tratamiento con agua de lavado pulverizada, se rebajó el número de Campylobacter a un nivel indetectable. Esto representa un significativo ahorro en el tiempo de secado y sugiere una potencial aplicación comercial. El calor estático a temperaturas similares no fue tan efectivo, y el flujo de aire no caliente fue moderadamente efectivo, pero en menor medida que el flujo de aire caliente.
Como conclusión, los transportistas podrían utilizar un tratamiento de aire caliente forzado sobre jaulas secas entre manadas de aves, disminuyendo así el número de Campylobacter en el suelo de las jaulas, lo que disminuiría el riesgo de contaminación cruzada durante el transporte en vivo.
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