La Organización Colegial Veterinaria (OCV) ha presentado esta tarde el libro “Primera Escuela de Veterinaria de España. Paseo de Recoletos, Madrid 1793-1863”, que ve la luz tras un minucioso trabajo de investigación por parte de Ángel Salvador Velasco –doctor en Veterinaria y en Farmacia-, en colaboración con P + S Estudio de Arquitectura (Francisco Parada + Laura R. Salvador), y que evoca la importancia del centro en la formación reglada y metódica de las primeras generaciones de veterinarios españoles.

Además, el libro muestra por primera vez una reconstrucción completa de la totalidad del complejo docente veterinario proyectado por el arquitecto Francisco Sabatini, del que, hasta ahora, sólo se conocía una litografía parcial de su fachada principal y una breve descripción de 1811.

Mediante valiosas infografías tridimensionales de alta fidelidad histórica, podemos visualizar cómo era el citado complejo que ocupó durante 70 años la ubicación de la actual Biblioteca Nacional, curiosamente a apenas cien metros de distancia de la actual sede de la OCV, en el número 11 de la calle Villanueva.

De esta forma, se ha culminado un laborioso proceso de investigación de diez años en un plano dual: histórico/veterinario y arquitectónico/urbanístico. De hecho, el nacimiento de la Real Escuela de Veterinaria y su ubicación en el madrileño paseo de Recoletos es una decisión de los veterinarios Segismundo Malats e Hipólito Estévez, dentro del contexto de la Ilustración, y siguiendo el ejemplo de la Escuela de Alfort, en Francia.

El obligado traslado de la institución a otra ubicación y la demolición del edificio de Sabatini son también consecuencia del desarrollo urbano de la capital en la segunda mitad del siglo XIX. En total, ocupaba un terreno de cuatro hectáreas de superficie que acogía el edificio principal con aulas y despachos, además de dependencias anejas como dormitorios, salas clínicas y quirúrgicas, caballerizas, huerta y jardín botánico.

Numerosos avatares

El libro, dividido en cinco capítulos, recoge los avatares vividos por el centro desde su creación hasta su desaparición, en varias etapas: 1776-1793 (antecedentes), 1793-1800 (Veterinaria en Recoletos), 1800-1826 (periodo convulso), 1827-1847 (periodo de renacimiento) y 1847-1863 (periodo expansivo).

En todos ellos se dan a conocer cuestiones muy diversas que van desde el modelo educativo, el profesorado, las materias y la organización de la Escuela, a la que acuden alumnos de toda España, hasta la influencia de los cambios políticos, planes de estudios, el apoyo del duque de Alagón, la creación del Cuerpo de Veterinaria Militar y la desaparición de la albeitería, además de las visitas realizadas por Fernando VII y la reina regente María Cristina.

Según explicó Luis Alberto Calvo, presidente de la OCV, el libro editado por esta entidad refleja el cambio sustancial de una profesión que se centraba en el tratamiento de los équidos «pero que rápidamente considera las epizootias como un problema nacional, como un problema social, en cuya solución la ciencia veterinaria debe asumir un protagonismo evidente, dentro de una visión de salud pública, en definitiva”.

Vocación de servicio público

Por su parte, Ángel Salvador ha destacado el nivel de los profesores de la Escuela, “que eran excelentes profesionales”, los requisitos de acceso para los alumnos, la actualización constante de conocimientos presente en los planes de estudio y su espíritu de servicio público, al prestar servicio a la población para tratar enfermedades de équidos y perros, dentro de la asistencia clínica ambulatoria y hospitalaria. De hecho, se contaba con estanques para proporcionar baños medicinales a los caballos.

En definitiva, el libro permite conocer en detalle, por primera vez, tanto el conjunto arquitectónico al completo como el funcionamiento y los acontecimientos sucedidos en el emplazamiento en el que se produjo en España el paso de la tradicional albeitería empírica a la veterinaria científica.

Al acto asistieron, entre otros, el secretario general de la OCV, Rufino Rivero; los presidentes de los Colegios de Veterinarios de Segovia -José Miguel Gil Sanz- y Toledo -Juan Julián García Gómez; de la RACVE, Arturo Anadón; de AVET, José Luis Iglesias; el escritor y veterinario Gonzalo Giner;  la decana de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, Consuelo Serres; el catedrático de Sanidad Animal Francisco Rojo; el general de brigada veterinario, Alberto Pérez Romero, y varios representantes de AMA.