El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, expresó este lunes ante el primer ministro chino, Li Qiang, su sorpresa por la investigación abierta por el país asiático al porcino de España y defendió los altos estándares de este sector.

La investigación por supuesta competencia desleal abierta por China a determinados productos del cerdo procedente de la Unión Europea, donde España es el primer exportador a ese país, como repuesta a los aranceles de Bruselas a los vehículos eléctricos chinos, estuvo presente en la conversación de Sánchez con Li.

Fuentes del Gobierno español informaron de que en su reunión a puerta cerrada con motivo de la visita de Sánchez a China, el jefe del Ejecutivo y su homólogo chino abordaron ese asunto con claridad y franqueza.

El presidente del Gobierno, según estas fuentes, expresó a Li su sorpresa por las investigaciones que afectan a la industria porcina española.

Además, resaltó los altos estándares con los que trabajan las empresas de este sector, dijo que están dispuestas a colaborar y expresó su deseo de que este asunto se solucione mediante el diálogo y la comprensión mutua.

Por su parte, Li Qiang hizo patente su preocupación por los aranceles europeos a los automóviles eléctricos chinos y lamentó que se trate de distinta forma a los procedentes de su país que a los que llegan de otras naciones como Estados Unidos o Canadá.

Li aseguró que todas las subvenciones a la industria del automóvil chino cumplen con las reglas de la Organización Mundial del Comercio.

Tras ese intercambio de puntos de vista, ambas partes mostraron su voluntad de llegar a un acuerdo mediante el diálogo y la cooperación.

Pero ambos jefes de Gobierno no hablaron, según estas fuentes, sobre el sentido del voto de España en el seno de la Unión Europea cuando en las próximas semanas se vote si los aranceles a los vehículos eléctricos chinos pasan a ser definitivos.

Sánchez se reunirá también este lunes con el presidente de China, Xi Jinping, a quien pretende trasladar el mismo mensaje en relación con estas tensiones arancelarias.

Continúa su viaje por China

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, exhibió este martes la fortaleza de la economía de España y ofreció su país a las empresas chinas como un «aliado» y un destino «atractivo y seguro» para sus inversiones, además de representar una base ideal de operaciones para terceros mercados.

Sánchez hizo esa defensa de España como destino de inversiones en su intervención en el foro empresarial que se celebró en Shanghái con motivo de la segunda etapa de su visita a China.

El jefe del Ejecutivo dijo que China es un socio económico clave para España y pretende seguir ampliando la relación con más comercio y más inversiones.

«Queremos una Unión Europea y una China abiertas al mundo, y por esa razón apostamos por el diálogo honesto para reconducir tensiones existentes que en gran medida son el resultado del anuncio de la imposición de aranceles a los vehículos eléctricos chinos», añadió.

Ante ello, tal y como defendió en la etapa de su viaje a China en Pekín, propugnó una solución negociada y acordada en el marco de la Organización Mundial del Comercio que ayude a desarrollar unas relaciones económicas equilibradas, justas y que evite cualquier tipo de escalada comercial que no beneficia a nadie.

La situación de China dijo que hace que sea un país cada vez más relevante para las empresas españolas por las oportunidades que ofrece, pero a la vez consideró a España como «un gran activo» para la inversión y, en concreto, de compañías chinas.

«Pocos países ofrecen oportunidades de inversión tan favorables como España, con un entorno abierto y competitivo», añadió antes de detallar algunos de los motivos que apuntalan ese argumento.

Así, recordó que es la cuarta economía de la zona euro y crece a una tasa superior a la de sus socios europeos en el segundo trimestre de este año cuadruplicando el crecimiento medio de la UE y de la zona euro.

Además, aseguró que se han establecido unas bases sólidas para que esto siga siendo así en los próximos años.

Otro elemento a favor de España como destino «atractivo y seguro» explicó que es la orientación de su economía hacia la innovación, la digitalización y la descarbonización.

También consideró resaltable la ubicación estratégica de España como puente natural entre Europa, América Latina y el Caribe, y el norte de África.

«Una situación natural que se refuerza con unas infraestructuras de primer nivel y un marco legal sólido y transparente que hacen de España una base de operaciones ideal», añadió.

De la misma forma, explicó que dispone de un ecosistema empresarial dinámico y un capital humano muy cualificado, adaptable y con una creciente especialización en alta tecnología, un activo que dijo que permite a las empresas innovar y responder rápidamente a los cambios de mercado.

Por todo ello, garantizó que España es un «aliado» para las empresas chinas y una puerta de entrada a Europa.

Sánchez consideró que las áreas para ampliar la colaboración empresarial son muchas, pero citó en concreto el vehículo eléctrico, el hidrógeno verde, las infraestructuras sostenibles, la economía circular y la eficiencia energética.

Pero aspira a que la colaboración no se quede sólo en la relación bilateral, sino que se extienda a terceros mercados, como América Latina, en los que España y China actúan ya como socios globales suman sus capacidades

Ante las posibles diferencias, animó a sumar esfuerzos citando el proverbio chino que reza que «de las nubes más negras cae el agua más limpia», para transformar los desafíos en oportunidades.

«Vamos a construir puentes donde otro sólo ven barreras y vamos a abrir vías de colaboración que refuercen nuestras economías», añadió.

En la apertura del foro intervino también la secretaria de Estado de Comercio, Amparo López, quien abogó por el equilibrio en las relaciones comerciales y una competencia constructiva, y para ello defendió eliminar barreras regulatorias y levantamiento de restricciones por parte de China.