Javier López-Paredes Departamento de Producción Animal, E.T.S.I. Agrónomos, UPM. Ciudad Universitaria, s/n, 28040, Madrid.

Rafael Alenda Departamento de Producción Animal, E.T.S.I. Agrónomos, UPM. Ciudad Universitaria, s/n, 28040, Madrid.

 

La producción de vacuno de carne en España

Los datos publicados por el Ministerio de Agricultura sobre fertilidad (SITRAN, 2014), muestran que anualmente al menos el 30% de las nodrizas en España no son productivas. Desde que se tiene registro (2007-2014), menos del 70% de las nodrizas registran un ternero anualmente (Figura 1).

Figura 1

Figura 1: Número de terneros registrados por vaca nodriza y año (fuente: MAGRAMA, 2015).

Estos datos fuerzan a reflexionar sobre el impacto económico que esta improductividad produce en la viabilidad de las explotaciones de nodrizas.

El número total de vacas nodrizas en España es a 2014 de 1.873.147 nodrizas, la producción de terneros (estimada según el MAGRAMA (2015)) sería 1.273.740 terneros registrados al año. Con una fertilidad adecuada de la población, el número de terneros registrados  aumentaría hasta los 1.798.221 terneros registrados  anuales (López-Paredes y Alenda, 2015).

Descontando las terneras que han de ser destinadas a reposición, se podrían comercializar 534.839 terneros más anualmente, al destete, que con un precio medio actual de 460 €/ternero al destete, supondrían 247.095.618 € más de ingresos para el sector de nodrizas.

Figura 2

Figura 2: Número de terneros comercializados para toda la población española en la situación actual y ante un aumento de la fertilidad (fuente: López-Paredes y Alenda, 2015).

La mejora de la fertilidad equivaldría a las importaciones de terneros mamones, cuyo destino es su cebo (MAGRAMA, 2015).

Esta baja tasa de fertilidad es indicativa de que los animales no están adaptados a su medio de producción. Es necesario conocer qué provoca esta falta de productividad. Para ello es necesario establecer un control de rendimientos apropiado, amplio y económico (López-Paredes y Alenda, 2015) que permita determinar  una serie de actuaciones desde todas las disciplinas de la producción animal, que tengan como objetivo principal aumentar la productividad del sector nodriza y la rentabilidad del mismo. Estas actuaciones han de estar enfocadas a solucionar el problema en su conjunto, tomando desde disciplinas como manejo, nutrición, gestión, genética y sanidad, decisiones que optimicen el proceso de producción. Por tanto son todas las partes implicadas en la producción, ganaderos, técnicos, cebaderos…  los que deben involucrarse en beneficio del sector.

La complejidad de la toma de decisiones en una ganadería es muy amplia, mejorar la fertilidad, la productividad y la rentabilidad se debe hacer conociendo todo el proceso de producción de cualquier animal en una explotación. Tomando como ejemplo el vacuno de leche en España, el control de rendimientos ofrece a cada ganadero la situación de su ganadería comparada con la población de todos aquellos caracteres relacionados con la retabilidad.

Rentabilidad de las explotaciones de vaca nodriza

El valor de un ternero es conocido por el sector, pero normalmente se desconoce el coste que tiene producir dicho ternero. La rentabilidad final de la explotación va a venir determinada por el valor del ternero y por el coste que se tiene al producirlo. No solo hay conocer ambos valores, ingresos y costes, además hay que conocer qué caracteres o factores inciden en ellos y cómo mejorarlos.

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