Alejandro Córdova Izquierdo1, Gabriela Jocelyn Alvarado Durán1, Jorge A. Saltijeral Oaxaca1, María de Lourdes Juárez Mosqueda2, Abel E. Villa Mancera3, Armando Gómez Vázques4, Jaime Olivares Pérez5, Carlos Bedolla Cedeño6y Raúl Sánchez Sánchez7

1Departamento de Producción Agrícola y Animal. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, Ciudad de México, México. 2FMVZ-UNAM. 3Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Puebla, México. 4División Académica de Ciencias Agropecuarias. Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México. 5Escuela de Veterinaria. Ciudad Altamirano, Gro. México. 6Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Michoacán, México.7Departamento de Reproducción. INIA. Madrid, España.

Autor de correspondencia: Dr. Alejandro Córdova Izquierdo (acordova@correo.xoc.uam.mx)

MEDIDAS A TOMAR EN CUENTA PARA PREVENIR LA DIAREA VIRAL BOVINA EN EL HATO

Diagnóstico

Debido al amplio tipo y severidad de lesiones inespecíficas, en ocasiones solo evidenciadas por microscopía, el diagnóstico se basa únicamente en el aislamiento del virus o detección del antígeno viral específico. El objetivo principal del diagnóstico es la detección y remoción de bovinos PI, principal fuente de infección y reservorio del virus (Bewoo, 2007). 

Diagnóstico clínico

El diagnóstico clínico se basa en la historia, signos y lesiones. La enfermedad aguda en general cursa como una infección subclínica que pasa inadvertida en la mayoría de los hatos (Baker, 1990); sin embargo, puede hacerse evidente en algunas circunstancias. Los animales pueden evidenciarse febriles, inapetentes, presentar problemas respiratorios, leucopenia, y diarrea, así como ulceraciones y erosiones de la mucosa oral. Algunos animales también evidencian lesiones podales (úlceras interdigitales e inflamación del rodete coronario). El aborto como consecuencia de la infección con DVB puede suceder desde unos días hasta varias semanas después de la infección sub-clínica o enfermedad clínica (Solorio, 2004).

Serología

Las pruebas serológicas han sido un buen indicativo para la detección de la presencia del virus en las poblaciones bovinas y tienen amplia acogida; entre las pruebas serológicas más importantes se destacan:

  • Inmunodifusión en gel de agar (IDGA): El IDGA es una prueba rápida y de fácil implementación por la mayoría de los laboratorios, sin embargo al no entregar resultados cuantitativos es de baja sensibilidad en comparación a la Neutralización Viral y ELISA (Milian et al. 2016).
  • Neutralización Viral (NV): La neutralización viral se basa en la determinación de anticuerpos neutralizantes contra el virus que aparece en el suero de los animales pos infección. Un título de anticuerpos séricos con un incremento mayor a 4 veces indica infección aguda, o bien la aparición de anticuerpos contra DVB en animales que anteriormente eran seronegativos (Cotrino, 2003). Está técnica es realizada en cultivos celulares en placas de microtitulación en donde se puede leer fácilmente el crecimiento o neutralización del virus empleado en la técnica. Dos cepas vírales altamente citopáticas son utilizadas en esta prueba: “Oregon C24V” y “NADL”. El título de anticuerpos en el suero puede determinarse como la reciproca de la dilución más alta de cada suero en la cual el virus es neutralizado en el 50% de los pocillos (Lértora 2003).
  • Ensayo Inmunoenzimatico (ELISA): Es una prueba sensible, rápida, confiable y económica para diagnóstico serológico de infección por DVB. La prueba de ELISA para el diagnóstico de vDVB está diseñado para detectar anticuerpos específicos en muestras de suero, plasma y leche; esa prueba consiste en una técnica donde se utilizan placas de microtitulación tapadas con antígeno de vDVB. Los anticuerpos presentes en la muestra se unen con el antígeno de la placa, el material no ligado se elimina mediante un lavado, el complejo antígeno anticuerpo se detecta mediante un conjugado de peroxidasa de rábano, el resto del conjugado se elimina mediante el lavado de la placa y se añade una solución de sustrato/cromógeno. En presencia de la enzima, el sustrato se convierte en un producto que reacciona con el cromágeno generando una coloración azul, la cual con la adición de la solución de frenado se emite un color amarillo (Milian et al., 2016). Los sistemas ELISA basados en anticuerpos policlonales dirigidos contra varias proteínas y glicoproteínas de cepas antigénicamente diferentes, son capaces de detectar una amplia variedad de vDVB. Este sistema comparado con el aislamiento viral, ha demostrado una alta sensibilidad y especificidad (97,9% y 99.7% respectivamente) y es comparable a los sistemas ELISA que utilizan un pool de anticuerpos monoclonales. Por otra parte, los sistemas ELISA basados en un anticuerpo monoclonal epitope específico son cuestionables, debido a que su estrecho rango de especificidad puede fallar en detectar algunas cepas del vDVB (Milian et al. 2016).
  • Inmunofluorescencia indirecta (IFI): Es una prueba simple, rápida y altamente sensible que detecta anticuerpos dirigidos contra el virus DVB, detecta los anticuerpos de grupo y los específicos (Lértora 2003)

El análisis serológico de una pequeña muestra de sangre tomada al azar de terneros de 6 a 12 meses de edad permite distinguir hatos con infección activa, de hatos sin bovinos PI, con un alto grado de seguridad. Se puede cometer errores de clasificación cuando los hatos poseen animales PI muy jóvenes, que no han tenido tiempo de infectar a los animales seronegativos, cuando los sistemas de explotación y la virulencia de la cepa permitan una diseminación lenta, o si se toma la muestra de animales menores de 6 meses de edad, los cuales tendrán anticuerpos calostrales, estos problemas se solucionan repitiendo el examen unos meses después (Lértora 2003).

Medir el nivel de anticuerpos en las leches almacenadas en tanques permite determinar el status infeccioso del hato y es ampliamente empleado en países que están erradicando esta enfermedad (Milian et al. 2016); sin embargo, este método no distingue entre hato con animales PI y hatos donde dichos animales han sido recientemente eliminados, debido a que los títulos de anticuerpos en la leche declinan fácilmente (Lértora 2003).

Detección del virus o partículas virales

Una vez identificados los hatos con infección activa, se debe examinar individualmente a los animales para detectar a los bovinos PI. Para ello existen diferentes métodos:

  • Aislamiento viral en cultivos celulares: Es una técnica de diagnóstico muy usada y sensible. El virus puede ser aislado de sangre, ya sea libre en suero, del coágulo y con mayor sensibilidad de leucocitos en sangre. A la necropsia puede aislarse de muchos órganos, principalmente órganos linfoides como timo, bazo, placas de Peyer (Barrieto, 2004). Este es un método de referencia, 100% específico y altamente sensible. Sin embargo, está prohibido para ser usado en el diagnóstico de animales PI en un programa de control y erradicación (Kuta et al., 2013). El cultivo celular se ha optimizado con el sistema microlitre multi-well, donde células cultivadas en placa con múltiples pocillos son inoculadas con 10 a 50 µl de suero problema e inoculadas por 4 días; la presencia de los biotipos NCP se detecta con el empleo de anticuerpos anti – DVB marcados con peroxidasa o fluocromos (Barrieto, 2004). Los animales PI presentan altos títulos virales en sangre y el virus puede ser aislado prácticamente desde todos los órganos. En los toros PI el virus también puede ser aislado de semen (Brownlie et al., 2000). El aislamiento de virus de una muestra de sangre de un animal vivo puede indicar infección aguda o infección persistente y la diferenciación se puede determinar por una segunda muestra tomada dentro de un período de 3 a 4 semanas posteriores a la primera, debido a que en animales con infección aguda los niveles de viremia son detectables por un breve período de 2 a 3 semanas (Barrieto 2004). Los cultivos celulares varían en su susceptibilidad a diferentes virus, por lo que, se debe incluir el tipo celular más susceptible al virus sospechado en la muestra, para el vDVB las líneas celulares de elección son: EBTr (NBL-4) de tráquea de embrión bovino, Bu (IMR-31) de pulmón de búfalo y MDBK de riñón bovino. Solo se deben usar células sanas, recientemente preparadas, jóvenes, ya que las células viejas son menos sensibles a infecciones por virus. Para hacer el aislamiento viral se debe hacer un examen microscópico de las células para determinar que estén en buenas condiciones, descartar el medio consumido e inocular un volumen apropiado de la muestra, dependiendo del recipiente a emplear; permitir una absorción a 37ºC durante 30 a 60 minutos, tiempo después del cual se adiciona medio de cultivo de mantenimiento y se lleva a incubación. Se debe observar los cultivos cada día para verificar la presencia de efecto citopático compatible con el agente, lo cual se verifica comparando con el control. Se debe mantener el cultivo por lo menos durante dos semanas bajo observación, antes de dar una muestra negativa (Ramírez et al., 2012). Cuando ocurren efectos inducidos por un virus, se realiza un pasaje del sobrenadante del cultivo infectado, en cultivo fresco del mismo tipo celular, con el objeto de asegurar su recuperación para la futura identificación (Ramírez et al., 2012).
  • Detección de antígenos mediante inmunohistoquímica (IHQ): La IHQ se realiza, rutinariamente, en tejido fijado en formalina y en embebido en parafina, aventajando a otras técnicas en términos de conveniencia en la remisión de las muestras, posibilita el estudio retrospectivo de muestras enviadas para examen histopatológico y permite una precisa asociación entre el antígeno viral con tipos celulares y lesiones histológicas (Kuta et al., 2013). La IHQ de tejidos fijados en formalina es el método diagnóstico más conveniente para la detección del vDVB en fetos. Hay un número significativo de falsos positivos y falsos negativos con la inmunofluorescencia (sensibilidad 77%, especificidad 73%), así con un significativo número de falsos positivos con el aislamiento viral (sensibilidad 83%, especificidad 100%), mientras que la IHQ posee el mejor desempeño: especificidad 97% y sensibilidad 97%. En casos de fetos con avanzada autolisis, la IHQ de cerebro fijado en formalina se recomienda sobre el aislamiento viral y la detección del antígeno o por la prueba de ELISA (Milian et al., 2016). La presencia del antígeno del vDVB en queratinocitos de la epidermis y células epiteliales de folículos pilosos de bovinos PI clínicamente normales, ha originado el desarrollo de la técnica inmunohistoquímica en biopsias de piel para el diagnóstico de estos animales. Esta técnica, en comparación con el aislamiento viral, ha demostrado ser eficaz, rápida, económica, sencilla y fácilmente implementable en cualquier laboratorio de histopatología. Además, la recolección y remisión de las muestras al laboratorio es simple. Las muestras fijadas en formalina son más estables que las muestras de sangre o suero, evitándose así falsos negativos por autolisis o putrefacción, adicionalmente, los anticuerpos calostrales no interfieren con la técnica, permitiendo analizar terneros neonatos (Kuta et al., 2013).La inmunoreacción en piel de bovinos PI permite visualizar al DVB como estructuras granulares de distinto diámetro, localizadas en el citoplasma de todas las células epiteliales de la epidermis y de los folículos pilosos, células de las glándulas sebáceas, células de las glándulas sudoríparas, histiocitos, músculo liso y células endoteliales. Este patrón de tinción y la distribución de la inmunoreacción son característicos de una infección persistente y deben tenerse en cuenta a la hora del diagnóstico inmunohistoquímico, Además, se puede demostrar la presencia de antígenos del vDVB en el citoplasma de las células que conforman la vaina de la raíz de pelos extraídos manualmente de bovinos PI. Sin embargo, no se recomienda el empleo de muestras de pelo para el diagnóstico rutinario de estos animales, ya que pese a ser fácil la toma de muestra, es una técnica laboriosa que consume gran cantidad de reactivos y no permite el estudio simultáneo de numerosas muestras. La inmunolocalización de este virus en tejidos fijados en formalina al 10% empleando anticuerpos monoclonales es difícil, ya que es un virus antigénicamente variable y sensible a los efectos de la fijación (Kuta et al., 2013).
  • Detección del ácido nucléico viral: Existen diversos métodos para detectar el ácido nucléico de los virus, entre los que se destacan: La reacción en cadena de la polimerasa (PCR): es un método rápido, sensible, que detecta diversos tipos y biotipos de vDVB y permite investigar un gran número de muestras en corto tiempo. Su sensibilidad permite detectar el virus en pool de muestras de sangre y leche de tanque, sin embargo, su elevada sensibilidad puede originar resultados falsos positivos. Para minimizar la detección del vDVB se han seleccionado partidores de la región 5´no codificante del genoma del pestivirus (Lértora, 2003). Para el vDVB, que posee ARN en su genoma, lo que generalmente se hace es convertir el ARN en una copia de ADN, por acción de la enzima trascriptasa reversa, antes de realizar la amplificación con la ADN polimerasa. Según Lértora 2003, para la realización de la prueba, siempre se utilizan controles positivos Para el desarrollo de la PCR, se llevan a cabo los siguientes procesos:
  1. Extracción de ácidos nucleico, tanto de ARN como de ADN a partir de material biológico.
  2. Amplificación enzimática de ácidos nucleícos: Para la reacción de transcripción reversa reacción en cadena de la polimerasa (RT-PCR) se utilizan “primers” específicos seleccionados a partir de regiones conservadas de los agentes a analizar (DVB) de acuerdo con secuencias publicadas.
  3. Visualización de los productos de PCR: Los productos amplificados se someten a electroforesis en geles de agarosa en concentración del 2% y se visualizaron por tinción con bromuro de etidio y exposición a la luz UV, los productos también pueden ser visualizados por separación mediante geles de poliacrilamida con tinción de plata.
  4. Enzimas de restricción: El ADN puede ser fraccionado por enzimas de restricción, las cuales con obtenidas de agentes bacterianos que las emplean para destruir agentes invasores, reconocen y cortan el ADN en una corta secuencia de nucleótidos específicos. El análisis de los fragmentos de ADN permiten su reconocimiento con diferencias de tan solo 0.2% en las bases del ADN (Kuta et al., 2013). La combinación de PCR con endonucleasas permite inicialmente y con base en primers específicos, amplificar una región determinada del genoma del virus, la cual posteriormente es cortada con diferentes enzimas de restricción, metodología que se conoce como PCR-RFLPs, de gran importancia dentro de la clasificación molecular del virus (Handel et al., 2011).
  5. Hibridación de los ácidos nucléicos: Es una prueba molecular básica y muy sensible, que mediante el uso de sondas genómicas (copias de una de las bandas del ácido nucleico), puede identificar diferencias entre distintas cepas de virus o bacterias. Esta prueba consiste en transferir a un papel de nitrocelulosa el ácido nucleico; una vez realizada la transferencia se calienta el papel a alta temperatura con el fin de desnaturalizar el ácido nucleico, posteriormente se incuba con una sonda radiactiva preparada con un fragmento del genoma. La hibridación se visualiza por autorradiografía; las sondas se preparan como ADNc construidas con base en secciones de ADN (cadena sencilla) o ARN con una apropiada polimerasa e incorporando bases nitrogenadas marcadas con 32P (Handel et al., 2011). Dados los riesgos que conlleva el manejo de sustancias radiactivas, se emplean sondas frías que tienen el mismo principio ya mencionado pero que no utilizan radioactividad (Handel et al., 2011).

Prevención y erradicación

Los programas de erradicación sólo se pueden poner en marcha en las regiones donde la vacunación no es una práctica corriente, en especial en áreas de baja densidad de ganado. En contraste, en áreas de alta densidad con alta seroprevalencia y donde la vacunación ha sido y continuará siendo una práctica de amplia aplicación, sólo se podrá poner en acción programas de control que busquen minimizar las pérdidas económicas reduciendo el número de animales PI. En ambos casos se deberán emplear herramientas diagnósticas eficientes y de bajo costo. La posibilidad de éxito en los programas de erradicación y control, dependerán de la disponibilidad de métodos diagnósticos. La erradicación de vDVB a nivel de hato es posible, y manteniendo un hato cerrado, mejora sustancialmente su salud y productividad (Barrieto, 2004).

Vacunas

Las primeras vacunas comerciales aparecieron en el mercado en 1964, con base a un virus vivo modificado, indujeron una buena inmunidad celular y humoral. Este tipo de vacunas, que aún se utiliza, tienes como inconveniente la posibilidad de infectar los fetos e inducir la muerte fetal o la posibilidad de general animales PI. Como una alternativa para evitar los inconvenientes generados por las vacunas modificadas, están disponibles las vacunas inactivadas que tienen niveles de protección discutibles; últimamente se producen las vacunas recombinantes que emplean componentes virales, por lo cual obvian las desventajas de las vacunas modificadas (Segura et al., 2010). En Estados Unidos se encuentran más de 180 vacunas aprobadas desde 1964. Mientras que las vacunas son parte integral de los programas de control en Norte América, estas no han conferido una protección permanente; otro reto para el desarrollo de vacunas prospectivas y seguras es la amplia diversidad antigénica entre las cepas de campo o la supresión inmunitaria asociada al empleo de vacunas vivas modificadas (Segura et al., 2010).

La DVB presenta genotipos y biotipos con diferencias antigénicas entre ellos, y por ser un virus ARN tiene alta capacidad de mutaciones; esta diversidad antigénica tiene importantes implicaciones para la inmunidad, ya que requiere una fuerte modulación de la protección cruzada; la inmunización implica que después de la vacunación el animal desarrolle una respuesta inmune protectora contra la invasión del patógeno (Melendes et al., 2010). Un apropiado protocolo de vacunación debe seleccionar el antígeno correcto, liberarse de manera óptima y en el tiempo correcto logrando una respuesta que pueda proteger al animal, en general, una respuesta inmune exitosa debe producir la misma respuesta humoral y celular que las resultantes de una infección natural, con mínimos efectos adversos para la salud del animal. El virus de la DVB presenta tropismo hacia células linfoides, pudiendo generar distintos grados de inmunosupresión, que pueden llegar a la tolerancia, impidiendo de esa manera que la inmunidad ejerza mecanismos efectores para su control (Rios et al., 2013)

Existen diferentes tipos y calidades (referido a eficacia y seguridad) de vacunas contra vDVB tanto en vías de desarrollo como disponibles en el mercado. Tanto las vacunas a virus vivo como a virus muerto son aplicables en el ámbito internacional (Ramírez et al., 2012).

Vacunas inactivadas

Las vacunas preparadas con virus inactivado (muerto), pueden generar reacciones postvacunales adversas, pero la inmunidad producida es limitada en cuanto a calidad y tiempo. Las reacciones postvacunales adversas se correlacionan con la cepa vacunal y con las características del cultivo celular empleado para la replicación viral, Los signos más comunes son fiebre, depresión, anorexia y problemas respiratorios (Handel et al., 2011).

La mayoría de las vacunas inactivadas no proveen una adecuada protección fetal, reportándose un 25% de protección. Para superar este inconveniente se han empleado dos o tres dosis de una vacuna inactivada; con este esquema Brownlie et al, 2000, lograron obtener un 60% de protección empleando una cepa patogénica tipo I, luego de una descarga con una cepa de campo. Los animales no vacunados presentaron abortos y nacimientos PI. Su principal ventaja es producir inmunización con mínimo riesgo de infección, ya que no son inmunosupresoras para el animal vacunado y no presentan riesgos de inducir infección al feto (Kuta et al., 2013).

Estas vacunas tienes como desventaja que modulan una débil respuesta de anticuerpos neutralizantes y por lo tanto la duración de la protección es menor lo cual indica la necesidad de aumentar la frecuencia de administración. No logran evitar el pasaje del DBV de la madre al feto en cualquier período de la gestación, y tampoco estimulan la respuesta a células T citotóxicas. En general se prefieren vacunas inactivadas para evitar los potenciales efectos inmunosupresores de las vacunas atenuadas. Estos efectos inmunosupresores en estadios fetales o perinatales podrían tener marcadas consecuencias adversas dado que el sistema inmune está aún en desarrollo y son períodos de alto riesgo para la exposición a patógenos causantes de neumonías o diarreas (Kuta et al., 2013)

Vacunas virus vivo modificado

La inmunidad estimulada por este tipo de vacunas generalmente produce una mayor reacción cruzada que la inducida por las vacunas inactivadas, la cual es importante en la inmunidad contra el vDVB debido a la variabilidad antigénica entre los diferentes aislamientos. Este tipo de vacunas confieren protección contra infección fetal cuando se utilizan los tipos de VDB I y II (Handel et al., 2011). Para el control efectivo de la enfermedad es imperativo que la vacunación contra DVB produzca un alto nivel de protección tanto en la madre como en el feto contra los dos tipos de cepas (Rios et al., 2013).

Por ejemplo: en pruebas de inmunidad protectora cruzada con distintas vacunas, demostraron que las vacunas a virus vivo modificado indujeron mayor protección que las vacunas muertas, cuando los animales fueron desafiados con DVB de diferente tipo al que contenían las vacunas (Handel et al., 2011)

Las vacunas a virus vivo modificado tienen ventajas sobre las vacunas inactivadas: las primeras generalmente son administradas una sola vez, los costos son bajos, debido al pequeño número de partículas virales necesarias para la inmunización (Ramos et al., 2014), otra ventaja que mostraron las vacunas vivas modificadas fueron la estimulación de mayor respuesta a anticuerpos neutralizantes, mayor duración del tiempo de protección, y menor requerimiento del número de dosis. Como regla general, se considera que los anticuerpos neutralizantes son más eficientes en protección contra los biotipos citopáticos del vDVB (cuadros de enfermedad de las mucosas), mientras que los linfocitos T citotóxicos son eficaces para el control del DBV no citopáticos y para limitar cuadros inmunopatológicos que estos virus puedan causar (Ramos et al., 2014). El mayor riesgo de las vacunas modificadas reside en la reversión de la virulencia, que puede presentarse en los animales sometidos a factores estresantes, tales como destete o transporte.

Asociados al uso de vacunas vivas modificadas, se han presentado cuadros de inmunosupresión, la potencial infección y la infección fetal por contaminación con DVB adventicio o por la potencial recuperación de la virulencia del virus vivo modificado

(Lanyon et al., 2013), además, este tipo de vacunas pueden producir abortos, infección fetal inmunosupresión y signos respiratorios (Ramírez et al., 2012) Otra desventaja puede presentarse en el uso durante la etapa perinatal, ya que los anticuerpos maternos inhiben la replicación del virus vivo modificado y por lo tanto ello reduce la respuesta inmune a la vacuna (Lanyon et al., 2013).

Se ha demostrado que el virus contenido en este tipo de vacunas vivas convencionales atraviesa la barrera placentaria como lo hacen los virus de campo e infectan los fetos con todas las consecuencias conocidas en las infecciones de campo. Además, el uso de vacunas con virus CP puede inducir la EM por una recombinación con un virus PI, por tanto, el empleo de las mismas es muy cuestionado y es materia de estudio permanente (Ramírez et al., 2012)

En la vacuna a virus vivo modificado Breed-Back FP 10TM (Boehringer Ingelheim Vetmedica Inc.) se ha evaluado su capacidad en la prevención de infección fetal, abortos y en el nacimiento de animales PI. Las novillas inmunizadas con la vacuna 4 a 8 semanas antes de la inseminación, no desarrollaron efectos adversos y seroconvirtieron 4 semanas después de la inmunización. Las novillas preñadas vacunadas no desarrollaron viremia mientras que los controles no vacunados desarrollaron 100% de viremia, abortos y muerte fetal en 86% (Ramírez et al., 2012).

Vacunas recombinantes

Las vacunas recombinantes para DVB se han producido empleado varias metodologías, se utilizó virus de vacuna recombinante que expresa la proteína inmunogénica E2, estas proteínas tienen un papel principal en el anclaje y la entrada del virus; así como en la inducción de anticuerpos neutralizantes y en la protección contra la exposición al virus. El C-terminal de E2 incluye cerca de 30 aminoácidos hidrofóbicos que funcionan como un ancla trasmembranal y como señal de translocación; por lo anterior se ha planteado que la proteína E2 permanece asociada a la membrana celular en las células infectadas con el virus. Se mostró que la vacunación con una C-terminal E2 truncada, indujo títulos de anticuerpos neutralizantes respuestas proliferativas y una protección limitada luego de la exposición en vacas. En la construcción y elaboración de vacunas recombinantes para DVB se debe tener presente que estos virus en su citopatogenicidad han mostrado asociación con la presencia de inserciones de secuencias celulares, la duplicación de secuencias virales con o sin inserciones, delecciones y mutaciones puntuales en el genoma de las células citopáticas (Cotrino, 2003).

El estudio de los marcadores de citopatogenicidad en los genomas de vDVB se ha efectuado mediante la selección de diferentes formas del virus empleado en la vacunación mediante virus vivos atenuados y por análisis de la amplificación por la técnica de RT-PCR y la secuenciación. Se demostró que existen inserciones en sitios específicos del genoma viral, especialmente uno que contiene homología con el gen que codifica para la proteína de unión 1 al interferón murino; además esta inserción afecta la expresión de la proteína viral induciendo su clivaje. Según este autor, lo anterior sugiere que hay partes del genoma viral que son puntos calientes para los eventos de recombinación en cepas NCP (Handel et al.,2011)

Las mutaciones en los elementos Cis dentro de la región no traducible (RNT) del vDVB, resultan en la generación de una serie de virus mutantes que exhiben un crecimiento alterado incluyendo también el fenotipo de las placas (Ramírez et al., 2012). El análisis de estos mutantes han mostrado que son genética y fenotípicamente estables. Se encontró que el empleo de los mutantes como inmunógenos, inducen títulos de anticuerpos neutralizantes que van de moderados a altos; previenen la viremia de una infección con cepas heterológa del virus. Lo anterior da la alternativa para el empleo de dichos mutantes (e.g. el 5´-RNT) como vacuna viva para el control de la enfermedad. Según Balint et al., 2005, las vacunas de ADN tienen ventajas sobre las vacunas convencionales. Una es la facilidad para construir y modificar el plásmido vector, optimizar la codificación del gen antigénico escogido y poder alterar la localización subcelular. Por tanto, este tipo de vacunas pueden ser rápidamente modificadas para introducir secuencias de cepas de campo prevalentes.

Se ha demostrado que este tipo de vacunas administradas a neonatos, inducen una fuerte respuesta humoral y celular y no son afectadas por la presencia de anticuerpos maternos trasferidos pasivamente.

En la búsqueda de una mayor eficiencia se han diseñado variantes de vacunas de ADN. Liang et al., 2005, evaluaron una que codifica para varias versiones de E2, realizaron una delección del ancla trasnmembranal y se adicionó una secuencia señal del Herpesvirus bovino-1, para mejorar la secreción de E2 en el medio de cultivo. La vacunación de bovinos confirmó una mejor respuesta humoral, haciendo de esta estrategia una buena candidata para generar una vacuna ADN contra esta enfermedad en el futuro. Liang y col., 2005 demostraron que la aplicación intradérmica e intramuscular de una vacuna ADN que codifica para E2, induce anticuerpos específicos en ratones Balb/c contra los virus NC y NCP, aunque no se ha visto su real eficacia en grandes animales, es el caso de vacunaciones con ADN E2 donde se producen respuestas inmunitarias moderadas con una protección parcial al desafío con el virus (Handel et al., 2011).

Factores a considerar en un programa de erradicación

Dinámica poblacional: antes de comenzar un programa de control de diarrea viral bovina en una región dada, es importante conocer algunos aspectos de la población bovina como el tamaño promedio de los hatos, cual es el tipo de producción predominante (leche, carne u otros), densidad poblacional. Es importante conocer la dinámica básica de la población, conocer el origen de las hembras de reemplazo, las rutinas de cuarentena, el tipo de pastoreo, frecuencia de contacto entre los hatos, participación de animales en exhibiciones (Ramos et al.,2014).

  • Monitoreo de la prevalencia: Es importante para identificar hatos susceptibles y hatos infectados. Es importante dar a conocer datos serológicos, incidencia de enfermedad de las mucosas y resultados de investigaciones diagnósticas en hatos sospechosos. En hatos lecheros no vacunados contra diarrea viral bovina se puede utilizar un ELISA Indirecto para detección de anticuerpos desde una muestra de leche del estanque de almacenamiento de la leche. En hatos de carne la utilización de un test comercial es la forma principal de monitoreo serológico (Solorio, 2004)
  • Test de diagnóstico: deben ser sensibles y específicos, fácil de usar y a un costo aceptable. Se han desarrollado en forma comercial ELISA indirecto, ELISA directo para detección de vDVB. En cultivo celular es importante evitar la contaminación a partir de los componentes del medio de crecimiento de las células a través de inmunofluorescencia indirecta. PCR es un test con una alta sensibilidad para la detección de vDVB. Para monitorear terneros la inmunohistoquímica en biopsias de piel es una buena alternativa Los test de diagnóstico para Diarrea Viral Bovina pueden ser divididos por su capacidad para detectar animales con infección aguda o aquellos con infección persistente (Vera et al., 2006).
  • Educación: Es importante educar a los propietarios y trabajadores con aspectos básicos de la enfermedad como signos clínicos, epidemiología, manejo del hato con énfasis en cómo evitar los posibles orígenes de infección (Barrientos et al, 2004).
  • Bioseguridad: los hatos libres de vDVB son más susceptibles a una reinfección, si estos hatos vacunan contra el virus el riesgo se reduce, pero se ha demostrado que los fetos no son totalmente protegidos por la vacunación. Un origen común de reinfección es el ingreso de un animal proveniente de un hato vecino infectado, contacto directo o indirecto con otros rumiantes infectados, ingreso de una hembra preñada al hato. Cada vez que ingrese un animal con un estado infeccioso desconocido para DVB debe guardar cuarentena, hasta que se verifique su condición de libre de vDVB. Otras rutas de reinfección son los fómites (ropa del veterinario contaminada, botas, mangas, agujas, etc.) y productos biológicos como semen, embriones, calostro, vacunas, y otras drogas de uso veterinario las cuales deben ser verificadas como libres de vDVB antes de ser usadas (Vera et al., 2006).
  • Logística: Basado en los datos recogidos sobre prevalencia, dinámica de movimientos, es posible predecir un modelo epidemiológico de expansión de vDVB, por lo que se debe dar prioridad los hatos que están en mayor riesgo.
  • Legislación: se debe regular el movimiento de animales posiblemente virémicos, persistentemente infectados, que son los principales diseminadores del virus (Vera et al, 2006).Erradicación con vacunación

En poblaciones bovinas con alta prevalencia de la enfermedad, donde no es posible mantener un hato cerrado o con estrictas medidas de bioseguridad; las estrategias principales de control son:

  • Identificación del hato con infección activa.
  • Eliminación de animales PI.
  • Programa de vacunación en vacas y terneras (La vacunación por si sola no elimina el virus del hato y su finalidad es proveer protección contra infecciones trasplacentarias que den origen a terneros PI).

Según Brownlie et al., en 2000, la experiencia que existe en los diferentes países demuestra que un programa de erradicación en áreas de alta prevalencia no puede ser seguro sin regulaciones oficiales que controlen las vías de transmisión y que coordine la erradicación en todos lo hatos de una región, ya que la principal vía de reintroducción del virus a un hato libre es a través del contacto directo indirecto con hatos.

El desarrollo de vacunas que proveen protección contra la infección transplacental, representa el mayor desarrollo en el control de este patógeno en bovinos.

  • Vacuna de virus muerto: Se aplica antes del primer servicio para proteger a la hembra durante la cubierta y el primer tercio de gestación que son los períodos de mayor riesgo. La mayor ventaja de estas vacunas es su seguridad, pero inducen una débil respuesta de los anticuerpos neutralizantes y por un corto período de tiempo
  • Vacuna de virus vivo modificado: Su uso en vacas preñadas esta contraindicado por la capacidad que tiene para cruzar la placenta, provocando infección fetal (Brownlie et al., 2000). También se recomienda no utilizar esta vacuna en animales bajo condiciones de estrés por la posible supresión de los mecanismos de defensa del huésped.

Erradicación sin vacunación

Como producto de las limitantes que tiene el uso de vacunas para el control efectivo de la DVB, se han desarrollado programas sistemáticos para su erradicación, sin vacunación, ya que en poblaciones bovinas con alta prevalencia de la enfermedad, no es posible mantener un hato cerrado o con estrictas medidas de bioseguridad; las principales estrategias de control son:

  • La identificación y separación de los hatos infectados y de los no infectado
  • El monitoreo y certificación de los hatos no infectados
  • La eliminación del virus de la DVB de los hatos infectados, lo cual se basa en la identificación y remoción de los bovinos PI.

Estos programas se han venido implementando en los países escandinavos. Suecia y Noruega comenzaron sus esfuerzos de erradicación en 1993, seguidos por Finlandia y Dinamarca en 1994. En algunos países, el virus ha sido completamente erradicado y, en general, los resultados han sido bastante exitosos, lo que ha servido de ejemplo para que otros países de Europa, como Austria, Alemania, Italia y Holanda, hayan implementado programas de control/erradicación.

Finalmente, con base en las experiencias antes señaladas y tomando en consideración los mecanismos de difusión del virus de la DVB, la erradicación de este virus podría ser una alternativa factible para algunas fincas con hatos infectados y pérdidas de consideración, con la expectativa de que los beneficios posteriores compensarán los costos de su implementación (Vera et al., 2006).

MEDIDAS A TOMAR EN CUENTA PARA SU CONTROL

Control en el hato

Para establecer un programa de control es fundamental entender la enfermedad y conocer sus factores de riesgo. Este programa debe estar claramente definido y debe apuntar a obtener un hato saludable y a la vez aumentar la prolificidad de este, además de disminuir las perdidas económicas asociadas al virus.

Por lo tanto, es importante tener una historia del hato de por lo menos 2 años de antigüedad que considere al menos los siguientes puntos (Brownlie et al., 2000).

  • Historia clínica del hato.
  • Hato abierto vs hato cerrado (contacto con otras vacas en ferias, exposiciones, toro compartido o alquilado).
  • Registro del hato: edad, raza, fertilidad, producción de leche, monta natural o inseminación artificial.
  • Resultado de exámenes postmorten.
  • Resultado de muestreos de leche a partir del estanque de almacenamiento para evaluar nivel de anticuerpos contra DVB.
  • Resultado test serológico para DVB.

Es importante conocer claramente cuál es el posible origen del virus, por ejemplo:

  • Animales persistentemente infectados que ingresan al hato.
  • Vaquilla y/o vaca portando un feto persistentemente infectado.
  • Animal infectado agudamente que ingresa al hato o que ha sido regresado desde la feria.
  • Otros rumiantes (ovejas, ciervos, cabras).
  • Material infectado de uso común como mangas, agujas.
  • Toro infectado persistentemente o semen para inseminación artificial contaminado.

Considerando los puntos antes mencionados se puede llevar un control de la enfermedad dentro del hato, identificar animales seropositivos y persistentemente infectados (Brownlie  et al., 2000).

BENEFICIOS DE UN HATO LIBRE DE DVB SOBRE LA EFICIENCIA REPRODUCTUVA

Prevenir abortos y malformaciones en el hato

El impacto económico de la infección fetal por el virus BVD es de gran significancia en el ganado lechero. Si una vaca preñada susceptible es infectada por el virus BVD, puede desarrollar la forma subclínica o la aguda, existiendo la gran posibilidad que el virus atraviese la placenta e infecte al feto. El efecto del virus en el feto depende del período gestacional y del biotipo de virus infectante (Galvis et al., 2016).

En el área de la ganadería los problemas caracterizados por infertilidad, abortos, muerte embrionaria, crías con malformaciones neurológicas y físicas son de gran importancia, ya que ocasiona serias pérdidas económicas y afectando la exportación de carne de los bovinos debido a la restricción de normas de sanidad, donde se encuentran las enfermedades como diarrea viral bovina (Galvis et al, 2016).

El mayor impacto económico de la infección con el vDVB es el ocasionado por los trastornos reproductivos. Los efectos de la infección antes y durante la gestación se discuten en orden cronológico (Rivera, 2008).

La vacunación contra la DVB en becerras de reposición debe hacerse de los 4 a los 8 meses de edad, una segunda vacunación a las 4 semanas con virus vivo modificado y lo ideal es revacunar de 13 meses de edad antes del servicio, esto proporciona una larga inmunidad. La vaca adulta se debe vacunar como un refuerzo, 1 a 2 veces por año y que contengan los dos biotipos; el tipo 1 y el tipo 2 esto es la mejor forma de control de la diarrea viral bovina así como la eliminación de los persistentemente infectados.

Prevenir perdidas económicas para el productor

La Diarrea Viral Bovina es una enfermedad que se encuentra a nivel mundial en todas las ganaderías siendo la principal causa de grandes pérdidas económicas, ya que afectan de forma significativa la reproducción de los animales y es de fácil diseminación (Aguilar et al., 2019).

Esta enfermedad está actualmente tan difundida, que es imposible mover el ganado a través de canales de comercialización sin que exista una gran posibilidad de que el ganado susceptible se infecte; dichos canales de movimiento de ganado serán ferias ganaderas, exposiciones, subastas y programas de mejoramiento genético (Aguilar et al, 2019).

Una de las formas más importantes para el control de la enfermedad en un hato, será el identificar y desechar a esos reservorios persistentemente infectados. Una vez que estos son removidos de los hatos, el rango de seroprevalencia del vdvb y el nacimiento de persistentemente infectados puede disminuir a cero a no ser que el virus sea reintroducido. Junto con la vacunación esto es la regla de oro para controlar y erradicar la DVB (Brock, 2004).

En hatos con historial epidemiológico de seropositividad al vdbv, el rango puede llegar a 27%, pero cuando se establece un adecuado programa de control se puede tener hatos libres de persistentemente infectados, el riesgo de introducir animales persistentemente infectados se reduce al máximo con el previo muestreo para análisis de laboratorio (Romero, 2012).

Los toros persistentemente infectados desechan virus a través del semen pero no necesariamente se reduce la fertilidad. Los toros excretan el vdbv por lo menos dos semanas después de la infección. El virus ser replica en las vesículas seminales y en la próstata, desechan el virus por el semen sin mostrar otros signos de enfermedad y la calidad del semen no necesariamente se ve involucrada (Segura-Correa et al., 2010).

 

CONCLUSIÓN

El virus de la DVB es un virus de gran importancia para los productores ya que este puede provocar grandes pérdidas en la producción de ganado bovino tanto de leche como de carne, provocando abortos e infertilidad en hembras y malformaciones en las crías nacidas, es importante para el Médico Veterinario saber identificar este virus en los hatos de ganado, poder diagnosticarlo con las diferentes técnicas y saber cómo proceder para su prevención y control o erradicación de acuerdo al interés del productor.

 

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