No tenemos una receta mágica para disminuir o eliminar el uso de antibióticos en la producción animal. Es necesario implementar un enfoque multidisciplinar completo que integre la alimentación, el manejo en granja y la gestión de la salud. Esa fue la conclusión del veterinario Juan Antonio Mesonero, de Trouw Nutrition, en su presentación en el 31 º Congreso Sobre Salud Intestinal e Inmunidad en aves y porcino, celebrado en Brasil hace dos semanas. La presentación se inició en el papel de los ácidos orgánicos en la gestión de la salud, explicando cómo el uso de los ácidos combinados es crucial para un efecto antibacteriano consistente.

Ácidos orgánicos para la gestión de la salud y mejora del rendimiento

Tras la prohibición en la UE de los antibióticos promotores del crecimiento (AGP) en 2006, muchos productores europeos empezaron a usar ácidos orgánicos para mantener el rendimiento del crecimiento, con buenos resultados. Hoy en día, los ácidos orgánicos se utilizan a nivel mundial en la nutrición animal para el control microbiano y la mejora de la salud intestinal. Mesonero explicó que su uso podría aumentar el peso corporal, mejorar el índice de conversión y reducir la proliferación de patógenos en el intestino.

El efecto tapón determina en qué parte del intestino trabajarán esos ácidos, dando cabida a estrategias combinadas para preservar la salud intestinal», dijo Mesonero. Mostró ejemplos de estas estrategias, en las que los productos basados en ácidos orgánicos pueden apoyar la salud animal desde el alimento y el agua hasta el intestino distal: acidificando el agua, apoyando la barrera natural del intestino contra las bacterias y manejando la microbiota intestinal.

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Un enfoque integrado para la reducción de antibióticos

La implementación de un enfoque integrado, dijo Mesonero, ha demostrado con éxito su capacidad para reducción en el uso de antibióticos, mientras que se mantiene o incluso mejora la rentabilidad. ¿Cómo llevar este enfoque integrado a la práctica? El experto en nutrición de Trouw explicó que trabajar en programas que combinen estrategias de alimentación, manejo en granja y mejora de la salud intestinal son la clave. Estos programas combinan conocimientos, servicios y productos para ayudar a los productores a alcanzar sus metas.

La mejora de la gestión de los alimentos incluye la gestión de materias primas, formulación y seguridad alimentaria. El manejo de la granja implica no sólo la bioseguridad sino también las condiciones ambientales y la calidad del agua. El manejo de la salud hace referencia a una estrategia correcta de vacunación, realizando valoraciones del grado de salud intestinal y el uso de aditivos para piensos y agua. Sin embargo, Mesonero, explicó que cada caso es diferente y cada situación requiere un planteamiento hecho a medida.