Los países europeos han reducido en un 47 % las ventas de antibióticos de uso animal entre 2011 y 2021, el nivel más bajo jamás informado, lo que refleja los esfuerzos de veterinarios, ganaderos e industria farmacéutica “para reducir el uso de antibióticos para prevenir la resistencia a los antimicrobianos”.
En un informe, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) explica que, en base a los datos de 25 países que proporcionaron información continuada durante el período 2011-2021, las ventas generales de antibióticos veterinarios “disminuyeron un 47 % en este intervalo, alcanzando el valor más bajo jamás informado”.
Además, en solo tres años, entre 2018 y 2021, los 27 Estados miembros de la UE ya han logrado una reducción del 18 %, aproximadamente un tercio del objetivo de reducción del 50 % fijado para 2030, lo que es parte de la estrategia «Farm to Fork» (De la Granja a la Mesa) de la Comisión Europea para reducir la venta de antimicrobianos para animales de granja y acuicultura en la UE.
“Los resultados positivos reflejan los esfuerzos de veterinarios, ganaderos e industria farmacéutica para reducir el uso de antibióticos para prevenir la resistencia a antimicrobianos. Y muestra que las iniciativas políticas de la UE y las campañas nacionales que promueven el uso prudente de antibióticos en animales están teniendo un impacto positivo”, celebró Ivo Claassen, jefe de la división de medicamentos veterinarios de la EMA.
El documento sobre la Vigilancia Europea del Consumo Veterinario de Antimicrobianos (ESVAC) también subraya que las ventas de clases de antibióticos “consideradas de importancia crítica en la medicina humana” también disminuyeron notablemente entre 2011 y 2021 y representaron “solo el 5,5 % de las ventas totales en 2021”.
Las ventas de cefalosporinas de tercera y cuarta generación cayeron un 38%, las polimixinas un 80%, las fluoroquinolonas un 14% y las ventas de otras quinolonas cayeron un 83%, todos ellos antibióticos que “deben usarse con prudencia y responsabilidad para preservar su eficacia y mitigar el riesgo potencial para la salud pública”.
La estrategia «De la granja a la mesa» es el núcleo del Pacto Verde Europeo y tiene como objetivo hacer que los sistemas alimentarios sean “justos, saludables y respetuosos con el medio ambiente”, según recuerda la EMA.
Como parte del proyecto ESVAC, lanzado por la EMA en 2009, algunos países describen sus medidas para abordar la resistencia a los antimicrobianos y cómo estas actividades contribuyen a los cambios observados en las ventas en su país, y este informe presenta datos de 31 países, los 29 del Espacio Económico Europeo (EEE), junto a Suiza y Reino Unido.
“Las medidas incluyen planes de acción nacionales, campañas nacionales para el uso prudente de antimicrobianos en animales, restricciones en el uso de ciertos antimicrobianos en animales productores de alimentos o medidas para controlar la prescripción de antimicrobianos en animales”, resume la EMA.