IRTA iniciará un proyecto demostrativo para probar la cama de compost en granjas de vacuno. Esta tecnología consiste en cubrir el suelo con material absorbente, como el serrín, que se mezcla con las deyecciones de los animales. Haciendo ventilaciones periódicas se consigue un material de alto rendimiento que contribuye al bienestar de las vacas y que constituye un fertilizante de calidad. En vez de estar separadas en cubículos, las vacas se pueden mover por todo el espacio y comportarse de manera más natural.
Este sistema, además de favorecer el bienestar animal, reduce los costes del manejo de la granja y aumenta la calidad del estiércol suministrado al agricultor. Paralelamente, se consigue una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y acidificantes.
Durante la actividad se llevará a cabo la demostración de la técnica de la cama de compost. Se emplearán tres materiales diferentes: paja picada, serrín y un producto existente en el mercado biodegradable y compostable de origen vegetal, sustitutivo de los anteriores. El uso de este producto en lugar del serrín o la paja permite prescindir de la ventilación periódica y facilita el compostaje. Se valorará el rendimiento de los tres materiales en función de las emisiones de gases de efecto invernadero, el confort de los animales y la capacidad de compostaje. También se analizará la rentabilidad económica de cada sustrato.
En la primera fase del proyecto se realizará la demostración de las estrategias de la cama de compost en las instalaciones del EVAM (Estación de Vacuno de Monells) de IRTA. Este periodo durará cinco meses para poder cubrir situaciones meteorológicas diversas. Una vez finalizado, se pasará a recoger el material de la cama y se llevará a la planta piloto de compostaje de Cabrils. Por otro lado, se harán actividades de transferencia de conocimientos técnicos y de gestión adaptados a las realidades territoriales y sectoriales de los sectores agrícola, ganadero y agroalimentario de Cataluña.
El proyecto forma parte de la operación 01.02.01 de Transferencia Tecnológica del Programa de Desarrollo Rural de Cataluña 2014-2020. Está financiado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural. El proyecto durará un año, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2018. Está coordinado por los programas de Producción de Rumiantes y de Gestión Integral de Residuos Orgánicos de IRTA.
Los problemas que puede solucionar la cama de compost
La realidad de la producción ganadera intensiva en Cataluña ha llevado en las últimas décadas a un excedente de deyecciones y otros residuos orgánicos que son producidos en grandes cantidades. Aunque son potencialmente unos buenos abonos para la agricultura, incluso unos buenos estructurantes del suelo, su manejo es a menudo deficiente y se generan subproductos con gran capacidad de contaminación de los acuíferos.
El sistema de manejo actual de los fertilizantes agrícolas en Cataluña está claramente desvinculado a la producción ganadera. La ganadería produce un exceso de estiércol y purines. Especialmente el primero es una buena fuente de nitrógeno y materia orgánica, y el segundo es una rica fuente de nitrógeno, pero muy contaminante para los acuíferos.
Esta situación provoca que se valoren poco las unidades de fertilización procedentes de las deyecciones ganaderas, que han provocado la contaminación de las aguas subterráneas. La Comunidad Europea ha legislado con dureza sobre el uso de estos fertilizantes, determinando las regiones vulnerables por la acción de nitratos procedentes de la actividad agrícola y limitando las cantidades que pueden aplicarse al suelo.
Para potenciar el bienestar animal en las explotaciones, es necesario dejar que los animales expresen sus conductas naturales. Esto repercute en una mejora del nivel productivo y reduce la incidencia de patologías y lesiones. Los animales deben disponer de un ambiente adecuado que proporcione seguridad y confianza, que no limite el acceso al comedero, al abrevadero o la zona de descanso, que no potencie las diferencias jerárquicas entre individuos del ganado mediante agresiones, etc.
La vaca tiene que estar acostada más del 50% de su tiempo para maximizar la producción de leche. Por lo tanto, la zona de descanso ha de proporcionar un estado confortable para el animal que contribuya a su bienestar. También influye la calidad del suelo. Superficies resbaladizas o abrasivas harían aumentar la probabilidad de cojeras, con la consecuente bajada de ingesta y de producción lechera.