Un total de 788 brotes de gripe aviar altamente patógena han sido detectados en Europa entre junio y septiembre pasados, un número «sin precedentes» en verano, ha señalado la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

La cifra de verano contrasta con las de años anteriores, en los que no se habían detectado apenas casos, según la última revisión de la EFSA, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) y el laboratorio de referencia de la Unión Europea (UE).

En la temporada entre 2021 y 2022 se ha producido la mayor epidemia de ese tipo de gripe aviar observada hasta el momento en Europa, con un total de 2.467 brotes en aves de corral, 47,7 millones de aves en cautividad y 187 en aves salvajes, los cuales afectaron a un total de 37 países europeos.

Solo entre junio y septiembre, se detectaron 56 brotes en aves de corral, 22 en aves en cautividad y 710 en aves salvajes en 16 países europeos, incluido el Reino Unido.

La EFSA ha explicado en una nota que el virus alcanzó a las colonias de cría de aves en la costa del Atlántico y causó una gran mortalidad, especialmente en Alemania, Francia, los Países Bajos y el Reino Unido.

En España, entre junio y septiembre hubo 3 brotes en aves de corral, 11 en aves salvajes y uno en aves cautivas.

«La epidemia actual claramente continúa. A medida que comienza la migración otoñal y aumenta el número de aves silvestres que pasan el invierno en Europa, es probable que corran un mayor riesgo de infección por gripe aviar altamente patógena que en años anteriores debido a la persistencia observada del virus en Europa», ha sostenido el experto de la EFSA Guilhem de Seze.

La agencia europea ha recomendado la rápida implementación de estrategias de mitigación, incluidas medidas de bioseguridad y vigilancia temprana, además de estrategias de prevención a medio y largo plazo en áreas densamente pobladas y en sistemas de producción avícola altamente susceptibles de exposición a la gripe aviar.

El ECDC ha concluido que el riesgo de infección para la población humana en general es bajo y de bajo a medio para las personas que por su ocupación están más expuestas, aunque la incertidumbre es alta debido a la gran diversidad de virus en aves.