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Tras cerrar 2016 en positivo, el sector comienza bien el año con la perspectiva de completar un buen ejercicio gracias a la previsión de mantener el fuerte volumen de exportaciones a China, que se eleva ya a 400.000 toneladas.

El sector del porcino arranca con buen pie 2017, un año en el que las perspectivas son «positivas», explica Miguel Ángel Higuera, director de la asociación de productores Anprogapor.

Los buenos precios registrados en las lonjas, de 1,13 euros por kilo de peso en vivo, apuntalan unas previsiones que esperan confirmarse cuando en febrero comience el Año Nuevo Chino y el gigante asiático, principal destino de nuestro país fuera de la UE, comience a hacer los movimientos comerciales importantes.

El diferencial con el «desastroso» comienzo de curso el pasado año, que hizo temblar al sector hasta el mes de mayo, arroja unos márgenes en positivo de 20 céntimos por kilo y permiten que cunda el optimismo. «Ahora necesitamos ver cómo se comporta China, si va a tener la misma capacidad importadora y a tan buenos precios como el pasado año o como se espera, un poquito menos, pero sí prevemos que van a tener un volumen importante», explica el responsable de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino. Y es que el mayor país del mundo se ha convertido en El Dorado para el porcino español. En 2016 nos compró 400.000 toneladas de carne fresca y transformados, la mitad de todo lo que se vendió fuera de la UE, nuestro principal mercado.

Pero el sector anda con pies de plomo, no quiere morir de éxito en ese país y apuesta por seguir diversificando destinos. «Seguimos en la misma línea de tener cuantos más mercados abiertos mejor porque centrarse en uno, por muy bueno que sea, es un riesgo» explica Higuera, que recuerda el cataclismo que produjo el cierre del mercado ruso por el veto. Entonces se vendían a aquel país 140.000 toneladas, apenas la tercera parte de las 400.000 toneladas que se exportaron a China en 2016. Por eso, países como Taiwán, Filipinas, Singapur o Corea del Sur siguen siendo también objetivos estratégicos, al igual que Hispanoamérica, donde la cercanía cultural y la buena imagen del sistema de producción español prevén posibilidades de crecimiento.

El aumento de la oferta mundial, con Rusia subiendo la producción a un ritmo de entre el 5 y el 7 por ciento, Estados Unidos al 4 por ciento o Brasil no asustan al sector, que confía en que sea absorbida por el «lógico» incremento de la demanda que se produce todos los años.

Además, el mercado de materias primas está estable, con buenas cosechas y ausencia de problemas de sequía -tanto en el hemisferio Norte, como en el Sur-, lo que está permitiendo un buena disponibilidad de productos como soja o maíz.

Estabilidad en materias primas

«Los mercados de futuro de Chicago están un poco aburridos desde que hay estabilidad de precios y está permitiendo hacer unas compras más a largo plazo, porque no se ven esas volatilidades. Eso te asegura un conocimiento y estabilidad en tus precios de coste y trabajar con un poco más de tranquilidad», confirma. Continuidad por tanto para un sector que logró cerrar 2016 «con una sonrisa» gracias al tirón de China y a la excelencia de una industria transformadora -España es el país con más plantas autorizadas a vender en ese país-, que permitió cambiar el mal signo del comienzo del año, a lo que contribuyó también un demanda estable en el mercado interior. «Estamos orgullosos porque España ha mantenido muy bien el tipo y ha sabido organizar oferta y demanda para tener unos buenos precios a final de año, no como Alemania, que ha tenido picos de sierra», concluye Higuera.