Capritec es un consorcio formado por productores e investigadores de universidades andaluzas
La apuesta de Covap por desarrollar el sector agroalimentario andaluz sigue patente y esta vez ha puesto la mirada en la leche de cabra, un producto con males endémicos que está inmerso en una profunda crisis, en gran parte provocada por la desestructuración y la indefinición de los mercados potenciales. Se tratra de Capritec, un producto «que surge para poner en valor la leche de cabra. Se pretende mejorar el sector involucrando a todos los eslabones de la cadena de producción y venta», explicó el director de Calidad e Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i) de Covap, José Antonio Rísquez, quien asegura que este proyecto está encaminado a hacer que Andalucía sea un productor fuerte de leche de cabra, como ya lo es de leche de vaca.
El objetivo principal es generar una producción integrada en la que se engloba desde la sanidad animal, hasta las propiedades nutricionales de la leche. Por estas razones, Covap se ha embarcado en este proyecto, donde presiden un consorcio en el que están inmersos la quesería Los Balanchares, Corsevilla (integrada dentro de Cordesur), las empresas de biotecnología Domca y Biomedal, la de alimentación y nutrición de colectividades Serunion y las asociaciones de ganado caprino Acriflor y Cabrama. Entre las subcontratas que se han hecho para completar el desarrollo del proyecto están grupos de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) y el Centro de Investigación para la Calidad Alimentaria de Pozoblanco (Cicap), grupos de las universidades de Sevilla y Granada y del área de endocrinología del Hospital Carlos Haya de Málaga.
Risquez añade que la duración del proyecto es de 20 meses —acabará en diciembre de 2014— y que tiene una dotación de 2,6 millones de euros, financiados con fondos europeos y del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad. «Abarca a toda la cadena alimentaria, desde un enfoque que resalta aquello que aporta valor a los ganaderos y al consumidor», explicó el director de I+D+i de la agroganadera cordobesa, quien resaltó que este proyecto entra dentro de las líneas de investigación de la cooperativa, ya que Covap tiene como requisito para este tipo de proyectos el que mejoren todos los eslabones de la cadena, proyectos integrados que abarcan desde el ganadero al consumidor final.
Nuevos productos
Igual que se ha abordado en otros sectores, «ahora se va a hacer en la leche de cabra donde queda mucho camino por recorrer», explicó el también coordinador del proyecto.
Capritec se basa en el desarrollo desde la aplicación de las nuevas tecnologías aplicadas a la producción ganadera. «Se desarrolla en cinco fases diferenciadas que dan cabida a todos los estamentos de la cadena», matizó Rísquez. En un primer estamento se intenta una reordenación de las reproducciones de los rebaños para que no afecten a la producción de leche, además intenta insertar en las ganaderías asociadas nuevos controles de calidad de la leche, semejantes a los de la leche de vaca que ya funcionan en las explotaciones de Covap.
En segundo lugar, «queremos aplicar nuevas tecnologías en las propias naves para que la leche no pierda propiedades desde las ganaderías hasta el consumidor», explicó José Antonio Rísquez, quien señala que el tercer estamento del proyecto se centra en la revalorización de los productos de leche de cabra y los subproductos sobrantes de la elaboración. «Con el suero de la leche, por ejemplo, se pueden hacer plásticos biodegradables para las explotaciones», apostilló el director de calidad de Covap, que conducirá este punto del proyecto de una manera parecida a la que Cordesur está encaminando la lana y otros sobrantes de las explotaciones de ganado ovino.
El proyecto también intenta la inclusión de nuevos productos en las dietas más específicas, por lo que es necesario saber detalladamente las propiedades del producto. «Se van a repartir productos de leche de cabra en los colegios para crear hábitos de consumo», añadió Rísquez, que detalla una práctica que Covap ya llevó acabo hace años con la leche de vaca, cuando repartía en los colegios bolsas de leche para las meriendas de los recreos.
Por último, la calidad del producto, que empieza a controlarse desde el origen, será el gran reclamo para la venta. El consorcio de Capritec intenta hacer que la leche de cabra y sus productos derivados tengan un sello propio de calidad certificada, parecido al que ya existe en el sector lácteo de vacuno y que es un ejemplo para acometer los cambios y las investigaciones en este punto y los anteriores.
(Fuente: ABC Sevilla)