El documento oficial marca las directrices para garantizar el suministro de la carne de cerdo -la más consumida en el país, con más de 22 kilos por persona al año- y hace hincapié en el objetivo de “controlar los cambios anormales en la producción y las ventas” después de las graves disrupciones provocadas desde 2019 por los brotes de peste porcina africana.

Esa enfermedad, cuya tasa de mortalidad puede alcanzar un 100 % entre cerdos y jabalíes, provocó una reducción del 60 % de la cabaña nacional y un aumento tanto del precio del cerdo producido en China como del importado, ya que las compras al exterior se duplicaron en 2020 para satisfacer la demanda.

Para evitar que se repitan estos problemas, el documento llama a fortalecer “la prevención de la peste porcina africana” y “la regulación de las reservas gubernamentales de carne de cerdo” para “asegurar el suministro y estabilizar los precios”.

El plan fue presentado por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma -principal órgano de planificación económica del país-, la Comisión Reguladora Bancaria y cuatro ministerios (Agricultura, Finanzas, Medio Ambiente y Comercio).