La recogida y valoración del aparato genital en el matadero no tiene la misma finalidad que la inspección postmortem de la carne. La inspección sanitaria llevada a cabo por los veterinarios oficiales tiene como finalidad la eliminación de la cadena alimentaria de vísceras y canales no aptas para el consumo humano, mientras que los objetivos del veterinario clínico al estudiar el aparato genital en las cerdas eliminadas de la explotación porcina son los siguientes:

1. Diagnóstico de patología reproductiva (anestro, pseudoanestro, síndrome de la descarga vulvar, quistes ováricos, repeticiones de celo, micotoxicosis, disgalactia postparto, mamitis, etc).

2. Identificación de errores en el manejo reproductivo de la explotación (inadecuada detección de celo, fallos en la inseminación, fallos en el diagnóstico de gestación, fallos en gestación y en maternidad, etc.).

3. Identificación de errores en el manejo no reproductivo de la explotación (genética, alimentación, instalaciones, bienestar animal, sanidad, etc.) con claras repercusiones en el proceso reproductivo.

4. Auditoría de la salud reproductiva de las cerdas de la explotación para saber como está el aparato genital de las cerdas sacrificadas por causas no reproductivas y comprobar si el diagnóstico de las cerdas eliminadas por alguna patología reproductiva es correcto.

5. Conocer el potencial reproductivo de una genética concreta mediante el estudio de la tasa de ovulación y la medida de la capacidad uterina de los cuernos de las hembras eliminadas de la explotación por procesos no reproductivos.

Los estudios en el matadero permiten diagnosticar patologías subclínicas, confirmar una patología clínica y orientar el diagnóstico. Además, sirven para planificar estrategias de control del problema reproductivo (tratamientos hormonales y cambios en el manejo) y, posteriormente, evaluar la eficacia de las medidas correctivas aplicadas. Así mismo, ayudan a conocer la prevalencia de animales afectados, la extensión y características de las lesiones y las consecuencias reproductivas y económicas del problema en la explotación.

Es fundamental establecer unos criterios similares para que todos los veterinarios puedan evaluar las lesiones patológicas del aparato genital de la misma manera. Establecer un protocolo estándar permite analizar estadísticamente y comparar granjas según la estación del año, las líneas genéticas, etc., siendo la base de estudios epidemiológicos

Protocolo del estudio reproductivo del aparato genital obtenido en el matadero

El protocolo de trabajo para el estudio completo del aparato genital y urinario en la especie porcina comprende los siguientes pasos:

1. Identificación de un problema reproductivo en la granja

Se considera normal que haya habitualmente en la granja alguna cerda con patología reproductiva. Sin embargo, cuando el encargado de la explotación observa que aumenta el número de individuos con las mismas manifestaciones clínicas de fallo reproductivo (Tabla 1), avisa inmediatamente al veterinario para que se diagnostique el problema. Aunque, en otras ocasiones, la patología es subclínica y pasa desapercibida hasta que se estudian los resultados productivos de la explotación.

La infertilidad y subfertilidad son más frecuentes en verano y otoño, dado que las altas temperaturas afectan a la funcionalidad ovárica de la cerda (estacionalidad reproductiva).

2. Elección de las cerdas “problema” en la granja

El veterinario de la explotación selecciona 5-10 cerdas con el mismo fallo reproductivo. Se deben elegir animales de cada una de las fases de producción afectadas (nulíparas, primíparas, cerdas de 2 a 5 partos, cerdas de más de 5 partos). Este paso es fundamental para que posteriormente los resultados puedan ser extrapolados a las otras cerdas de la explotación que presentan la misma sintomatología. Estos controles se deben realizar hasta que desaparece el problema.

Cuando el objetivo es una auditoría de la salud reproductiva de las cerdas de una explotación, se debe recoger el aparato genital de todo el lote de cerdas eliminadas al matadero, no sólo de las que han tenido un problema reproductivo. La frecuencia de estos controles debe ser anual, mientras no se detecte un problema a resolver.

En todos los casos es fundamental recopilar la información de las fichas reproductivas de todas las hembras que vayan a ser estudiadas.

3. Recogida de muestras en el matadero

Una vez conseguido el permiso para acceder al matadero, el veterinario debe obtener el aparato genital de las cerdas “problema” directamente de la cadena de sacrificio en el matadero.

Para organizar la recogida de muestras hay que tener en cuenta la rapidez con la que las cerdas son procesadas, en el matadero, tras su desangrado. En primer lugar, hay que situarse próximo al punto de evisceración y explicar al matarife que debe cortar el aparato genital completo y acompañado de la vejiga de la orina, sin que el recto este presente en la muestra recogida. A continuación, se acude al principio de la línea de sacrificio y faenado para identificar el lote de cerdas “problema” y conocer el orden en el que van a ser eviscerados. Finalmente, se vuelve al punto de evisceración y se le indica al matarife de que cerdas debe entregarnos el aparato genital.

Las muestras deben ser perfectamente identificada con el número de la cerda sacrificada. Las bolsas con las muestras se colocan para su conservación en una nevera isotérmica portátil, con bloques congelados de ácido acético. La rapidez y refrigeración en el transporte de las muestras hasta el laboratorio debe extremarse, sobre todo en las épocas de más calor.

Son varios los inconvenientes que encontramos durante la organización de la recogida de muestras en el matadero:

– Es complicado coordinar al granjero, al transportista, al encargado del matadero y a los veterinarios que recogen las muestras.

– A veces el matadero está lejos.

– El horario de sacrificio suele ser nocturno. Además, hay que prever mucho tiempo de espera porque los horarios programados de sacrificio pueden variar según las necesidades del propio matadero.

– Se requieren, al menos, dos personas para poder recoger e identificar las muestras sin interferir con la velocidad de trabajo en el matadero. No poder supervisar directamente la recogida de muestras da lugar a la pérdida de mucha información dificultando el diagnóstico.

– Algunos matarifes entregan las muestras con el recto incluido y es necesario retirarlo antes del transporte hacia el laboratorio para evitar el rápido deterioro del aparato genital.

4. Estudio del aparato genital

 

Aparato genital de hembra impuber.

Aparato genital de hembra impuber.

Antes de abrir la bolsa y sacar la muestra para su estudio, el veterinario debe leer la ficha reproductiva de la cerda sacrificada. Es importante hacer una hipótesis y comprobar si lo que observamos en el estudio macroscópico del aparato genital coincide con lo esperado.

El estudio de los ovarios de las cerdas sacrificadas en el matadero permite clasificar la actividad ovárica de la cerda en las diferentes fases del ciclo (proestro, estro, metaestro, diestro progresivo, diestro regresivo) o en anestro y comprobar si los métodos de detección del celo en la granja son adecuados o si por el contrario se sacrifican hembras innecesariamente en pseudoanestro. Los ovarios de las hembras en anestro verdadero son siempre inactivos. Este estudio no sólo es útil para saber si una cerda es cíclica, sino también para comprobar si existe concordancia hormonal entre el ciclo ovárico, el oviductal y el uterino.

Una vez observadas la cara dorsal y ventral del aparato genital, se incide longitudinalmente con pinzas y tijeras de disección, partiendo desde la vagina hasta los oviductos para estudiar las características macroscópicas que presentan las mucosas. La patología puede estar localizada o afectar varias partes del aparato genital.

Si hay secreción con mal aspecto, se toma una muestra y se envía al laboratorio. El estudio microbiológico se encamina a la identificación y cuantificación del patógeno en el contenido uterino, el análisis de sensibilidad a diversos antibióticos de la/s cepa/s aisladas y la recomendación de una pauta terapéutica extrapolable a otros animales afectados. Las muestras para microbiología tomadas en el matadero directamente de la cavidad uterina o de la vejiga evitan el inconveniente de la contaminación cruzada y son una interesante alternativa a los hisopos vaginales o cervicales (excepto a las que se toman en la cerda viva con capuchón protector que garantiza una toma de muestras estéril).

Aparato genital de hembra puber.

Aparato genital de hembra puber.

Para el estudio anatomopatológico, recogemos muestras de ovarios, oviductos, cuernos y cérvix uterino, vagina y vejiga urinaria, independientemente de que en nuestra apreciación macroscópica no evidenciemos lesión. Las muestras se introducen en formol al 10% tamponado para su posterior estudio anatomopatológico en el laboratorio, asegurándonos que quedan totalmente sumergidos en el líquido fijador.

Una buena recomendación que proporcionamos al técnico veterinario que se esté formando para valorar patología reproductiva en el matadero es que durante el periodo de entrenamiento envíe todas las muestras al laboratorio para su estudio histológico con la finalidad de confirmar las alteraciones macroscópicas y descubrir las lesiones que han podido pasar desapercibidas en el estudio macroscópico, de manera que confirma sus conocimientos e identifica sus errores para corregirlos en futuras valoraciones.

5. Otras pruebas complementarias de diagnóstico

Cuando se considere útil para el diagnóstico el veterinario deberá realizar el análisis de muestras de agua, pienso, orina, sangre, semen u otros para completar el estudio.

6. Interpretación de resultados 

El resultado del estudio en el matadero puede ser una información muy útil para identificar el origen anatómico de la patología (vejiga, vagina, cérvix, útero, oviductos, varios orígenes). Con los hallazgos encontrados se deben elaborar unas tablas comparativas que cuantifican la frecuencia o intensidad de las diferentes alteraciones. El fallo reproductivo es más o menos grave (esterilidad, infertilidad o subfertilidad) según la extensión y localización de la lesión. A continuación, se indican las consecuencias reproductivas según la parte del aparato genital afectado:

– Ovarios: fallo en el mecanismo de la ovulación o en la producción de progesterona para el mantenimiento de la gestación.

– Oviductos: no puede producirse la fecundación

– Útero: fallo en la implantación y el desarrollo de la gestación.

– Cérvix uterino: se puede dificultar el ascenso de los espermatozoides en la cubrición natural o en la inseminación intracervical.

– Vagina: su patología no afecta al proceso de la cópula o inseminación ya que la deposición del semen se produce en la parte vaginal del cérvix. Sin embargo, es una importante fuente de infección ascendente hacia el útero y oviducto y hacia el urinario por lo que es necesario su tratamiento.

– Vejiga urinaria: es una fuente de infección ascendente hacia el aparato genital. Es frecuente que se afecte el genital y el urinario a la vez, resultando a veces difícil diferenciar cual de los dos sistemas se afectó primero.

La patología reproductiva suele estar producida por un complejo multifactorial. El estudio de matadero permite diferenciar patología infecciosa de problemas de manejo (ingestión de pienso con micotoxinas, inseminaciones en hembras que no están en celo, excesivas manipulaciones obstétricas no necesarias, destete inadecuado, ausencia de higiene, ausencia de bienestar animal, estrés, etc.) Si se localiza la causa principal, se puede extrapolar a las otras hembras vivas de la explotación que presentan las mismas manifestaciones clínicas con el fin de orientar un tratamiento y diseñar un plan de trabajo correctivo del fallo reproductivo de la granja y disminuir las graves perdidas económicas que le acompañan.

En el Servicio de Asesoría y Diagnóstico Reproductivo Porcino (SARPOR) de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza ofrecemos la recogida de las muestras en el matadero y el estudio completo del aparato genital y urinario en la especie porcina. También ofrecemos formación para aquellos veterinarios que deseen realizar ellos mismos estos estudios.

Conclusión

El veterinario de la explotación diagnostica la patología reproductiva en base al estudio de los datos productivos de la granja, las visitas clínicas y las visitas al matadero. En muchas ocasiones, la ecografía abdominal permite realizar el diagnóstico del problema reproductivo. También la determinación de progesterona mediante un test comercial ELISA es de gran ayuda en la granja ya que permite identificar la funcionalidad ovárica. En ningún caso, se debería desperdiciar la información que nos ofrece el estudio del aparato genital de los animales “problema” destinados a su eliminación de la granja. Incluso, si no estuviera prevista su eliminación, es muy útil para el diagnóstico del origen del fallo reproductivo programar el sacrificio de un grupo de al menos 5 animales “problema”.

Acceder a la segunda parte del artículo http://www.produccionanimal.com/utilidad-de-la-valoracion-postmortem-del-aparato-genital-para-el-diagnostico-reproductivo-en-la-explotacion-porcina-ii/