En esta ocasión la revista Producción Animal ha tenido la oportunidad de entrevistar a Trini Ansó, coordinadora del plan de control de PRRS instaurado en Tauste Ganadera.

A lo largo de esta entrevista Trini Ansó nos describe todos los pasos que se han seguido en este plan, desde su concepción hasta el momento actual. Sin duda se trata de un magnífico exponente de las mejoras que se pueden obtener con un trabajo metódico y bien organizado.

Trini Ansó en un momento de la entrevista

Trini Ansó en un momento de la entrevista

Producción Animal: ¿Cómo surge la idea de llevar adelante este ambicioso proyecto de control de PRRS y quienes han sido los actores implicados?

Trini Ansó: La idea surgió de la Asociación de veterinarios de porcino de Aragón (AVPA) que creyó factible la posibilidad de intentar luchar de manera conjunta contra la enfermedad. Se propuso a la ADS de Tauste y “recogimos el guante”, desde ese momento (era el año 2010), poco a poco hemos ido realizando numerosas actuaciones que han configurado el plan de control de la enfermedad que estamos llevando a cabo. En él participan todas las empresas integradoras de producción porcina que operan en la zona, un total de 15; los ganaderos, propietarios de las 150 explotaciones que componen la ADS; los veterinarios responsables de las mismas, 25 profesionales altamente cualificados y comprometidos y como ente coordinador la Agrupación de Defensa Sanitaria de Porcino de Tauste.

P. A: ¿Cuáles eran las características principales de las explotaciones objeto del proyecto?

T. A: Tauste es una zona de elevada densidad porcina en la que las explotaciones se caracterizan por tener un tamaño de medio a grande (400-3.000 reproductoras), mayoritariamente producen bajo el sistema de integración y las integradoras más importantes del país están presentes en la zona. Por otra parte se encuentran, en general, en muy buen estado, con buenas infraestructuras y los ganaderos están bastante especializados. Además, y para mi es muy importante, se han incorporado bastantes jóvenes a la explotación familiar, lo que ha facilitado la tecnificación de las mismas.

P.A: ¿Qué impacto económico estaba teniendo el PRRS en las explotaciones incluidas en el estudio?

T. A: Cuando se inició el programa la ADS no disponía de datos fiables, sólo se sabía que tanto para las empresas integradoras como para los ganaderos era la enfermedad que mayores “problemas” les ocasionaba. Una vez iniciado el plan las empresas valoraron las pérdidas entre 4-9 €/lechón.

P.A: ¿Cuáles son las características principales que definen este plan de control de PRRS?

T. A: Fundamentalmente que todos hemos entendido que la mejor manera de enfrentarnos a la enfermedad es de forma conjunta, lo que ha llevado a la participación de todas las empresas que operan en la zona. Por otra parte, la coordinación entre todos los agentes se realiza desde un ente que agrupa y une a los ganaderos, la comunicación es continua y sincera entre todas las partes y finalmente, prevalece el consenso en todas las actuaciones que se van realizando que, acertadas o no, todos llevamos a cabo.

P. A: ¿Qué fases se han seguido en su desarrollo?

T. A: Lo hemos dividido en 5 fases:

1.- Recogida de información preliminar: sobre granjas (número, censo y orientación productiva), infraestructuras (vías comunicación, industrias agroalimentarias, mataderos, fábricas de pienso, etc.), titulares de explotación y trabajadores (edades, formación, costumbres, etc.), condicionantes geográficos (vientos, lluvia, barreras naturales,etc.) y administrativos (municipios, comarcas, núcleos de población), empresas integradoras presentes en la comarca. Es decir todo aquello que refleje el escenario donde vamos a trabajar.

2.- Establecimiento de la red de alertas: tras identificar las granjas, éstas deben georreferenciarse en un mapa que servirá de herramienta para marcar dónde se producen los brotes o las incidencias que se desean destacar e informar a los técnicos de los sucesos que se hayan acordado notificar. Disponer de esa información permitirá realizar estudios epidemiológicos sobre momentos críticos de aparición de la enfermedad, relación entre brotes, origen de los mismos, etc.

3.- Instaurar planes de manejo y de vacunación. Previamente se realizaron encuestas epidemiológicas y auditorías de bioseguridad en las granjas detectando los fallos que pudieran suponer un riesgo para la persistencia de la enfermedad en la granja o en la difusión entre las distintas etapas productivas dentro de la propia explotación o entre explotaciones. Posteriormente se fijaron pautas de manejo en los movimiento de los animales dentro de la granja, siempre hacia delante y un programa vacunal conjunto que, de momento, consiste en tres vacunaciones en sábana al año a todas las reproductoras.

4.- Clasificación de granjas en cuanto al nivel de bioseguridad y el estado frente a PRRS. La primera se puntúa del 1-100 y persigue que el ganadero tome conciencia del estado de su explotación. Igual que conoce perfectamente sus datos productivos y trabaja para mejorarlos, pretendemos que se familiarice con este nuevo parámetro que le ayudará a mejorar la sanidad de su granja. En cuanto a PRRS, a partir de las analíticas iniciales de las explotaciones las clasificamos en

5 niveles desde P0 a P4. 5.- Seguimiento del plan, que consiste en chequear las explotaciones cuatrimestralmente para ver si ha cambiado su estatus frente a PRRS y realizar una visita semestral para comprobar diversos aspectos de la bioseguridad y valorar si mejoran de puntuación.

P. A: ¿Qué retos o dificultades ha tenido que superar este plan?

T. A: Ciertamente, no hemos tenido dificultades insalvables porque todo el mundo creyó en el proyecto, aunque al principio algunas empresas estaban a la expectativa. Una de las mayores dificultades es que para los veterinarios ha supuesto un trabajo añadido al que ya tienen normalmente, que es mucho, y esto, a veces, ralentiza la ejecución de algunas actuaciones, ya que no hay una persona dedicada de manera exclusiva a la realización del plan. Sólo tenemos un coordinador, que en este caso soy yo, pero la mayoría de las acciones las efectúan los propios compañeros de las distintas empresas, aunque si en algún momento no pueden las ejecutamos desde la ADS.

Análisis DAFO del proyecto.

Análisis DAFO del proyecto.

P. A: ¿Cuál ha sido el resultado final?

T. A: No se puede hablar de resultado final, puesto que el plan no ha concluido. Si podemos decir que, a día de hoy, se ha controlado bastante bien la clínica y por lo menos sabemos lo que tenemos.

P. A: ¿Dan por concluido el proyecto o consideran que se puede llegar más allá?

T. A: Como he dicho, el plan no ha concluido; ni siquiera nos atrevemos a decir que tenemos controlada la enfermedad, tan solo conocemos dónde estamos. Por supuesto esperamos llegar un poquito más lejos y acercarnos, de momento, a tenerla controlada.

P. A: ¿Qué nuevos aspectos piensan incluir en nuevos programas?

T. A: Sin duda deberemos incluir nuevos aspectos que deberán ir añadiéndose a medida que se conozca mejor la enfermedad, sobre todo en lo relacionado con epidemiología, diagnóstico y profilaxis. Para ello necesitaremos el trabajo de científicos y laboratorios farmacéuticos y contamos con su apoyo. En el punto en el que se encuentra el proyecto es fundamental contar con financiación específica para lo que se está recavando apoyo de las instituciones y del propio sector.