Los trabajadores del sector veterinario al fin tendrán un convenio colectivo de ámbito estatal. Tras décadas regidos por los mínimos del Estatuto de los Trabajadores, patronal y sindicatos firmaron este jueves en Madrid el primer Convenio Nacional de Centros y Servicios Veterinarios. Entrará en vigor durante los próximos meses y tendrá efectos de obligado cumplimiento desde el día 1 de enero de este año.

Afectará a las 25.000 personas que trabajan para las 7.000 empresas que desarrollan servicios veterinarios privados en España: clínicas, granjas, centros sanitarios, protectoras, laboratorios y demás. Tanto la patronal Ceve (Confederación Empresarial Veterinaria Española) como los sindicatos CC.OO. y UGT se mostraron este jueves satisfechos por el acuerdo.

La normativa fija mínimos inexistentes hasta ahora, como categorías y un salario mínimo. “Es un día histórico. Por fin ponemos orden a un sector que no lo tenía, que siempre había desatendido las cuestiones de carácter empresarial”, señaló este jueves Sebastià Rotger, presidente de la patronal. “El convenio es de suma importancia, supone un gran avance para los trabajadores porque pone fin a la ­precariedad y a reiterados abusos laborales que ha padecido el colectivo. Los salarios estaban un 57% por debajo de la media española”, apuntó María Victoria Gómez, secretaria del departamento de Sanidad y Sector sociosanitario de CC.OO.

Entre los principales puntos de acuerdo, destaca la fijación de categorías profesionales (auxiliares, técnicos, universitarios) y el establecimiento de un salario mínimo de 14.000 euros brutos al año. Los sindicatos también celebran que la normativa incluya una subida de los salarios del 2% al año. Además, el convenio establece un máximo de horas de trabajo al año: 1.780 frente a las 1.826 que fija el Estatuto de Trabajadores. También incluye un límite de 80 horas extraordinarias al año. Para la patronal, estas reglas suponen una herramienta para frenar la competencia desleal entre los centros veterinarios, porque fija unos mínimos que todos deben respetar.

Por otra parte, el convenio fija reglas sobre salud y riesgos en el entorno laboral y acciones para fomentar la formación. Además, ambas partes destacaron el reconocimiento de un estatus sanitario propio a todo el colectivo veterinario, un hecho que permite a todos sus trabajadores ser dependientes de la administración sanitaria.