cabra malaguena

Ejemplar de cabra malagueña (Foto: Asociación Española de Criadores de la Cabra Malagueña)

La cabra malagueña está a día de hoy más fuerte que nunca. Pero no quiere que vuelvan tiempos todavía recientes en los que se perdieron en la provincia más de 400 explotaciones. Los precios actuales por litro de leche, por encima de 90 céntimos en origen, son históricos. Pero también tienen que serlo las reuniones que en diciembre se mantendrán en Francia para la unidad internacional, en las que el sector demandará a Bruselas mejores condiciones económicas en materia de ayudas al caprino.

El ganadero axárquico Antonio Rodríguez, portavoz andaluz del propio sector en la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), reconoce que se ha superado un periodo negro para la cabra malagueña, con los bajos precios que durante la crisis ahogaron a multitud de explotaciones. «Pero los que hemos aguantado ahora estamos en un buen momento. Una etapa en la que, no obstante, vamos a intentar mejorar nuestra situación ante la Unión Europea, que aporta más de 150 millones de euros al ovino y a nuestro sector, apenas 13».

Málaga estará presente en unas próximas jornadas que en Francia reúnan a productores griegos, especializados en la venta de carne, y a los anfitriones galos. La provincia, no obstante, es líder continental, con 1.400 explotaciones y más de 3.000 empleos directos. Si se añaden los puestos de trabajo de carácter indirecto –venta de piensos o transportistas–, dicha cifra se eleva hasta un total de 2.500, según apuntan los dirigentes de la Asociación Española de Criadores de la Cabra Malagueña. Este colectivo fue precisamente autorizado hace menos de un mes por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para utilizar el logotipo de la «Raza Autóctona».

Los productores de la provincia pondrán sobre la mesa de debate la necesidad de que en el reconocimiento europeo al que aspiran se incluyan ayudas para mejorar las explotaciones, en muchos casos heredadas de padres a hijos sin posibilidad de modernizarlas en décadas, o la optimización de los controles sanitarios.

«Todo tendrá que pasar, como es lógico por el Gobierno español y la Junta de Andalucía», explica Rodríguez, representante en la intersectorial nacional que reúne a los productores españoles de leche. En la memoria permanece el Plan de Acción Urgente que hace casi un lustro planteó el Gobierno central para evitar la quiebra de miles de explotaciones ganaderas en el país. Ahora las cosas ruedan mejor, pero «no podemos bajar la guardia».

De prosperar la iniciativa de estos productores, Europa tendría una oficina específica para los ganaderos de la cabra. Sólo en Andalucía existen más de 7.000 explotaciones, como región europea más significativa. La estrategia ahora pasa por realzar el valor de los productos «puros», ya que durante las últimas décadas se apostó por mezclar la leche de cabra con otras en la elaboración de quesos y otros derivados.

La Asociación Española de Criadores de la Cabra Malagueña subraya que las iniciativas provinciales para dar a conocer alimentos elaborados en Málaga empiezan también a dar sus frutos en forma de apertura de «nuevas queserías artesanales». La competitividad del sector en las áreas que pueden presumir de albergar la mejor climatología de todo el continente es máxima. «La cabra necesita unas condiciones meteorológicas que no puede hallar más allá de los Pirineos. Eso nos sitúa a la cabeza y nos mantendrá así, una vez superados nuestros peores años», explican.