La organización agraria APAG Extremadura Asaja ha alertado de que la lengua azul empieza a ser un «serio problema» en la cabaña ganadera de la región, en la que a comienzos de este mes de octubre han aparecido algunos brotes, que se unen a la propagación en Andalucía y comarcas limítrofes de Ciudad Real.

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La organización agraria APAG Extremadura Asaja ha alertado de que la lengua azul empieza a ser un «serio problema» en la cabaña ganadera de la región, en la que a comienzos de este mes de octubre han aparecido algunos brotes, que se unen a la propagación en Andalucía y comarcas limítrofes de Ciudad Real.

Ante esta situación, la organización agraria ha considerado que «choca» la a su juicio «escasa o incluso nula respuesta» que ha tenido desde que se conocieron las primeras noticias por parte de la Consejería de Agricultura del Gobierno de Extremadura, que «se ha dedicado desde entonces a mandar mensajes de calma a los ganaderos pero sin ejecutar ninguna medida para frenar el desarrollo de la enfermedad».

Frente a ello, apunta que «en Andalucía ya se ha vacunado toda la cabaña y en Castilla-La Mancha disponen de dosis suficientes para vacunar sobre las zonas restringidas», señala APAG Extremadura Asaja en nota de prensa.

«La situación de los ganaderos, lejos de ser de tranquilidad, comienza a ser preocupante y podría provocar en nuestra cabaña ganadera un serio problema», ha alertado el presidente de APAG Extremadura Asaja, Juan Metidieri, quien ha advertido que «de agravarse el problema», la organización agraria tomará «las medidas necesarias que estén en su mano para que los responsables asuman las consecuencias de su inoperancia».

Considera la organización que la propagación de la lengua azul «parece ser inevitable debido la agudización de la enfermedad producidos por el serotipo 4», que provoca problemas como infertilidad, abortos y pérdidas en los corderos ya nacidos, lo que «se suma a las dificultades económicas de las explotaciones».

Por tanto, Metidieri insta a la consejería «a la mayor brevedad posible» a vacunar al menos 400.000 cabezas con el fin de «frenar la rápida propagación de la enfermedad antes de que las consecuencias sean irremediables».

(Europress)